Los dólmenes, monumentos megalíticos de tiempos pretéritos, también tienen su sitio en la historia de Sierra de Gata. La principal concentración de estas construcciones funerarias se encuentra en el municipio de Hernán Pérez, casi todos ubicados en la zona conocida por el nombre de “Prado Castaño” y en la Dehesa. Ahí se han localizado al menos cuatro dólmenes y es posible que en el futuro se pueda descubrir alguno más; los más notables son el Dolmen del Chanquero y el del Matón.
El origen de estos monumentos funerarios, así como el de las estelas
de guerreros y de los ídolos hallados en esta localidad, se cree que se pueden
deber a una influencia cultural tartésica. Algunos estudiosos los vinculan a las
creencias religiosas de gentes que emigraron del sur en busca del estaño que
era necesario para la obtención del bronce. Posiblemente debió haber bastantes
más pero el paso del tiempo tan sólo ha permitido que lleguen hasta nuestros
días unos pocos.
De una época que algunos se atreven a definir como Bronce Atlántico se cree que datan del año 2500 a.C. ; aunque
no será hasta el siglo XVI d.C. cuando se tengan las primeras noticias de ellos,
cuando fueron descritos por el cura párroco de Hernán Pérez D. Bartolomé
Gutiérrez.
Empero no será hasta el siglo XX cuando el maestro nacional D. Julio
Morano comunique su existencia a los encargados del Museo Arqueológico de
Madrid. Éstos investigaron esta importante necrópolis de la Época del Bronce, una de las más relevantes en
tierra extremeña al norte del Tajo. Fruto de ese trabajo fue la clasificación,
catalogación y excavación de estos dólmenes.
Estas construcciones funerarias desgraciadamente habían sido
violadas por los cazadores de tesoros y tan sólo se pudo encontrar algunos restos
de cerámica, un par de hachas de piedra; todo ello muy revuelto y fuera de su
emplazamiento original.
Pero el municipio de Hernán Pérez no es la única localidad de
Sierra de Gata que tiene estas construcciones funerarias en su término
municipal; también las podemos encontrar en Descargamaría, en Villasbuenas de
Gata y en Valverde del Fresno.
Estos monumentos megalíticos nos prueban la población de sierra de
Gata prácticamente en los albores de la civilización occidental. Una muestra
más, por tanto, de una riqueza cultural y un grandioso pasado ignominiosamente desconocido
e ignorado por propios y extraños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario