sábado, 27 de abril de 2024

EN EL INTERIOR DE UN VIEIRO

Vieiro una palabra, un término que sirve para denominar a las antiguas explotaciones auríferas romanas de Sierra de Gata. Su significado para algunos no es otro que "Camino de Oro". Prolongadas y profundas trincheras, hoy en día colmatadas y colonizadas por la vegetación salvaje de la sierra, nos permiten imaginar el esfuerzo humano que supuso abrir estas enormes zanjas a lo ancho de la serranía de Valverde del Fresno para extraer de su interior el preciado y ansiado metal por los ocupantes romanos que esquilmaron todos aquellos recursos que encontraron a su paso.


Hoy en día permanecen ocultos entre la densa vegetación y en apariencia no dejan de asimilarse a profundos desniveles o barrancos como los que se pueden localizar por toda la serranía sierragatina; pero a poco que se los examina se observa la mano del hombre y la artificialidad de su origen.


Son alrededor de cinco Vieiros los que se pueden visitar y de los que se tiene constancia, todos ellos ubicados en la Serranía de Valverde del Fresno y ya próximos a la frontera de Portugal. 


En una Semana Santa como la de este año 2024, bien acompañado por un experto en la historia y arqueología de Sierra de Gata como es mi amigo Luis Ramajo, un cillerano amante de su tierra y de sus gentes, pude visitar en un día lluvioso y con una densa niebla unos parajes de una belleza cautivadora; reductos de una vegetación ya casi endémica y que antaño abundaba por todo el norte de Extremadura. En esas tierras habitadas desde los albores de la humanidad pudimos descubrir, visitar y explorar esos Vieiros, Caminos de Oro, de los que tanto habíamos oído hablar a personajes tan carismáticos como el arqueólogo e historiador mañego Miguel García de Figuerola.





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