A orillas del Arrago, uno de los cauces fluviales que vertebran Sierra de Gata y del que tomaron su nombre aquel pueblo aguerrido de los Arraconenses, nos encontramos, rodeados de un paisaje misterioso y evocador de un pasado rudo y laborioso, con la piscina natural de La Pesquera de la Lapa.
El nombre muy posiblemente lo tome de una de las minas de wolframio más importantes de Sierra de Gata, sobre la que existen amplios estudios geológicos mineros.
Esta piscina es una de las grandes desconocidas para buena parte del público en general de Sierra de Gata y quizás no haya sido tratada con justicia o tal vez se prefiera mantener ese pequeño anonimato para evitar una masificación desmedida como sucede con otras piscinas naturales de nuestra comarca. Lo cierto es que su ubicación es ciertamente envidiable y el entorno que la rodea, así como sus instalaciones son las ideales para disfrutar de un estío serragatino refrescado por unas aguas cristalinas y puras de las que ya disfrutaron nuestros antepasados, los míticos Arraconenses.

















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