Allá por el año 1922 unos vientos huracanados, se
colaron por las altas cumbres de las estribaciones montañosas de nuestra
comarca arrasando todo aquello que encontraron a su paso, especialmente los
tejados de las viviendas de Eljas.
Quizás, por este motivo en 1924 los alcaldes de
las localidades serragatinas de San Martín de Trevejo, Villamiel, Hoyos y Acebo
decidieron que había llegado la hora de traer algo bueno a nuestras tierras, es
por ello por lo que cogieron sus respectivas maletas, en las que portaban un
interesante proyecto, y se desplazaron hasta Ciudad Rodrigo donde expusieron el
deseo y el interés de traer el ferrocarril a este rincón apartado de la Península.
Con este práctico medio de
transporte pretendían estimular la economía comarcal que se vio seriamente
perjudicada en 1933 a
consecuencia de una intensa nevada que dañó a la mayor parte de los olivos y
naranjos de estas tierras, cifrándose los destrozos en unos doce millones de
pesetas.
A pesar de las inclemencias meteorológicas hubo
personalidades de la talla de Pío Baroja que en su visita a la Sierra no pasaron de Acebo;
ya que se quedaron prendados de su belleza. Otros grandes intelectuales
extremeños de la talla de Publio Hurtado ya habían visitado con anterioridad
nuestras tierras, y se habían hecho eco de una tradición oral que atribuía a
los árabes infinidad de tesoros escondidos en las proximidades del monte
Jálama. Con uno de esos áureos hallazgos
fue con el que se topó en 1939 el niño Félix Sánchez Moreno; ese magno descubrimiento
se componía de cinco barras de oro con un peso total de 1,7 KG , las cuales fueron
depositadas por el alcalde de Eljas en el Banco de España.
Parece ser que el oro era la obsesión en esas
fechas pues en Robledillo de Gata se descubrió un yacimiento de este preciado
metal que despertó el interés de los más altos dirigentes políticos provinciales
de la época.
Pero si existió algo rentable en nuestra Comarca
esto fue sin duda los encajes de Acebo, capital mundial del encaje de bolillos,
ya en 1964 se estimaban los ingresos en esta localidad por las ventas en el
resto de España de esta artesanía en diez millones de pesetas anuales. A ello
habían contribuido las campañas de patrocinio que desde los Organismos
oficiales se llevaban a cabo desde 1940 ( 1ª Exposición de Muestras, Mercado de
Artesanía de Cáceres, Feria del Campo de Madrid, 1ª Exposición Internacional de
Artesanía, Exposición de Artesanía Provincial en la Casa del Mono de Cáceres,
Asamblea Provincial de Turismo, Coloquios Internacionales Caballeros de Yuste,
etc…).
Isidoro Rodríguez Vázquez, vecino de Acebo, en
cambio decidió no seguir la actividad comercial de muchos de sus convecinos y
prefirió convertirse en el alimañero más importante de Sierra de Gata, así en
1959 ya contaba en su haber con la captura de varios lobos, los últimos, un
lobo y una loba atrapados vivos con los que se presentó en Villasbuenas de
Gata.
A este “Tarzán” extremeño le debieron echar
bastante de menos cuando un reputado maestro y prestigioso cazador de nuestra
comarca afirmó, en el año 1969 en el cuartel de la guardia civil de Hoyos,
haber visto deambular por nuestros montes a una espectacular leona. El pánico,
evidentemente, se extendió por entre las poblaciones serragatinas de Villamiel,
Acebo, San Martín de Trevejo, Valverde del Fresno, Eljas y Trevejo. Poco tiempo
después la leona resultó ser un perro de grandes dimensiones.
Esta Sierra nuestra no para de sorprendernos, esta
vez con hechos y anécdotas acaecidas en el siglo pasado y de las que se
hicieron eco prestigiosos periódicos de la época.