domingo, 28 de febrero de 2016

TEODORO PASCUAL CORDERO



Nació en Perales del Puerto el 13 de febrero de 1902. Su padre, Tomás Pascual de Sande, era un gran propietario olivarero, cuya producción aceitunera era tratada en una almazara de su propiedad. La madre de Teodoro Pascual era María Pilar Cordero, una acaudalada propietaria rústica de la comarca de Sierra de Gata.
                Sus primeros estudios los cursó en Perales del Puerto, posteriormente se trasladaría a Cáceres para estudiar el bachillerato; asistiendo a clases en el colegio privado Juan Rubio. Una vez finalizados sus estudios de bachillerato decide marcharse a Madrid para iniciar la carrera de derecho en la Universidad Central de la Capital de España.
                En 1923, a sus 21 años, finaliza de manera brillante la carrera de leyes. Al poco tiempo se presenta a las oposiciones de la Abogacía del Estado, aprobando dichas oposiciones en el año 1924, con  22 años; convirtiéndose de esta forma en el Abogado del Estado más joven de España.
                En la década de los años 30 decide entrar en política de la mano del Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux; obteniendo en las elecciones de 1933 117.858 votos.
                En el año 1935 obtiene la cartera de la Subsecretaria de Instrucción Pública. En las elecciones de febrero de 1936 decide presentarse por la coalición de derechas (C.E.D.A.), obteniendo 95.662 votos y consiguiendo nuevamente el acta de diputado a Cortes.
                Una vez que se inicia el conflicto de la Guerra Civil Española se traslada a Madrid, a pesar de las recomendaciones para que no lo hiciese. Su objetivo en este viaje era poder reunirse con su mujer y su hijo; nada más llegar a la capital de España fue detenido y encarcelado, siendo asesinado a mediados de agosto en la cárcel Modelo de Madrid cuando contaba 34 años.

VÍCTOR BERJANO GÓMEZ



Aunque en el diario La Acción el 16 de noviembre de 1922 decía que era oriundo de Hoyos, realmente nació el uno de abril de 1888 en San Martín de Trevejo. Su padre fue el prestigioso Daniel Berjano Escobar y su madre Dª Engracia Gómez Ruizteniente. Se licenció brillántemente en derecho por la Universidad de Oviedo, de donde era oriunda la familia de su padre.
                En 1922 era Gobernador Civil de Zamora, siendo valorada muy positivamente su labor al frente de la misma según los medios de comunicación de la época; ya que desde su ideología demócrata-cristiana parece ser que articuló una serie de leyes y medidas para restablecer el orden social y la convivencia en dicha provincia.
                Posteriormente con la llegada de la República se reconvierte, como muchos otros políticos de la época, y pasa a engrosar las filas del partido de Gil Robles. 
                El 26 de abril de 1930 fue nombrado Presidente de la Diputación de Cáceres, dimitiendo del cargo en abril de 1931; ya que consideraba que el grupo de diputados al pertenecía no habían sido elegidos libremente por el pueblo sino desde la injerencia de las filas monárquicas.
                Fue un político polémico al que ciertos medios de comunicación como Unión y Trabajo acusó en 1934 de armar a grupos de facinerosos vinculados a un sindicato fascista que él había fundado para que combatiesen a las masas obreras en la localidad de San Martín de Trevejo.
                En las elecciones de 1936 fue diputado después de una agria polémica y según su posterior expediente de responsabilidades políticas coqueteó después de esas elecciones con Unión Republicana e Izquierda Republicana.
                Finalmente falleció en la cárcel de la calle Nidos de Cáceres, junto a otros prestigiosos prohombres de esta provincia Extremeña.

sábado, 27 de febrero de 2016

JESÚS GONZÁLEZ ARROYO, UN HÉROE ACEBO EN MONTE ARRUIT


Jesús González Arroyo nació en Acebo en 1897 en el seno de una familia de larga tradición militar; su hermano Alfonso González Arroyo llegó a ser Coronel de la Guardia Civil y Doctor en Derecho.
                Su juventud transcurrió en un pequeño pueblo de provincias, que por aquel entonces figuraba entra las zonas más deprimidas del norte de la provincia de Cáceres. Una vez descubierta su vocación militar durante años su vida se desarrolló bajo la férrea disciplina militar de las academias de la época, en las que imperaba la mentalidad prusiana.
                Con motivo de la inestabilidad del Protectorado Español del Norte de Marruecos el joven teniente es destinado junto con su Regimiento, San Fernando 11, a la defensa de la sitiada Melilla a manos de Abd el Krim.
                Las tropas españolas mal aprovisionadas y peor dirigidas por unos mandos que menospreciaron la capacidad bélica de las fuerzas indígenas de la zona del Protectorado comandadas por el cabecilla Abd el Krim, se adentraron varios cientos de kilómetros en el interior del norte de Marruecos. Los blocaos y las pequeñas fortificaciones en las que se parapetaron las diferentes unidades españolas para hacer frente a las fuerzas insurgentes nativas fueron insuficientes para detener un avance que amenazaba con tomar Melilla. En ese contexto el joven teniente Jesús González Arroyo, junto a varios miles de soldados y mandos militares se atrincheran en la fortaleza de Monte Arruit, aguantando continuos asedios y golpes de mano, pero la desmoralización de la tropa y la falta de agua convirtió la resistencia  en algo inútil, así como el intento de evacuar la fortificación con destino a Melilla. Finalmente fueron autorizados el 9 de agosto a rendirse, pero cuando las tropas salieron de la fortificación y entregaron sus armas a los rifeños, éstos procedieron a degollarlos vivos sobreviviendo tan sólo 60 de los 3000 que se encontraban en la fortaleza. Muchos de ellos fueron quemados vivos, castrados y despellejados. Entre todos ellos desapareció, a la edad de 24 años, el joven teniente Jesús González Arroyo, cuyo cadáver jamás sería localizado.

JESÚS DELGADO VALHONDO



Aunque no era oriundo de Sierra de Gata si nació en Ella como poeta. Jesús Delgado Valhondo vino al mundo en Mérida un 19 de febrero de 1909; ciudad que abandonaría  tras la muerte de su padre cuando la familia se trasladase a Cáceres. A los seis años quedó marcado por las consecuencias de una enfermedad que durante el resto de su vida le dejó una cojera. Estudió la carrera de magisterio y en 1934 aprobaría la oposición de ingreso en el cuerpo de maestros; iniciando su periplo docente en la villa de Trevejo, población donde trabó amistad con el cura párroco revolucionario Domingo Bazarelli. Una vez  iniciada la guerra civil fue sometido a un proceso de depuración, al igual que todo el personal docente que se encontraba bajo la llamada zona nacional, que le supuso una sanción y un traslado forzoso a la villa de Gata.
Cuando fue condenado tenía 27 años de edad, estaba casado y tenía  un hijo. El 30 de noviembre de 1937 se materializaba su condena de suspensión de empleo y sueldo por un periodo de 20 meses, debido a que se le acusaba de hacer ostentación de ideas de izquierda y haber estado afiliado a Izquierda Republicana en Cáceres. La Comisión Superior Dictaminadora de Expedientes de Depuración del Ministerio de Educación Nacional le condenó definitivamente, el 26 de octubre de 1939, al traslado forzoso dentro de la provincia; con prohibición de solicitar cargos vacantes durante un periodo de dos años, e inhabilitación para el ejercicio de cargos de directivos y de confianza en las Instituciones Culturales y de Enseñanza.
En el Pliego de Cargos del 17 de agosto de 1937 tan sólo se le acusó de hacer ostentación de ideas de izquierda y de pertenecer a Izquierda Republicana en Cáceres. Cargos que Jesús intentó desestimar presentando informes favorables; tanto de los representantes locales de Villamiel, Trevejo,  como de algunos representantes de ciertas instituciones de Cáceres. En su pliego de descargos intentó convencer y demostrar a la Comisión, como muchos otros, que había sido un perfecto cristiano y que lo había demostrado con sus actos en los momentos de máxima laicidad del Estado. Además intentó hacer creer a esa Comisión  que no sólo estaba adherido al Glorioso Movimiento; sino que era jefe de la 2ª Línea de Falange de la localidad de Villamiel. Lo que Jesús Delgado no sabía era que uno de los informes de uno de los Jefes de Falange de Villamiel informaba a la Comisión precisamente de lo que ésta le acusaba.
            Por otro lado parece ser que los cargos más graves partían de la Policía Gubernamental de Cáceres que, el 19 de noviembre de 1937, le acusaba de izquierdista y de que en las elecciones de febrero de 1936 se había desplazado hasta Cáceres para emitir su voto a favor de la candidatura del Frente Popular. En cuyas listas electorales estaba inscrito. Además se le acusaba de ser amigo del cura de Trevejo, Domingo Bazarelli, un auténtico cura comunista, según los informes que se tenían de este sacerdote.
            De nada le sirvió presentar todos los informes favorables que se emitieron a su favor, ni clamar una sentencia más benigna, ni el haberse afiliado a Falange el día 25 de julio de 1936.
Sin duda los sublevados tenían conocimiento de su anterior actividad política en Cáceres; donde el 28 de octubre de 1933 había participado en la constitución de una sociedad afecta a la U.G.T. de trabajadores de la enseñanza, de la cual fue tesorero.
Como él sospechó en todo momento fue víctima de la delación de un vecino de Villamiel, a raíz de la cual se inició todo el proceso incoado contra él.
Con el paso del tiempo se convirtió en co-fundador de la revista literaria Alcántara (1945), y de la Asociación de Escritores Extremeños; de la que fue presidente honorario. Trabajó como articulista para el Diario Hoy y a través de su producción literaria, llegó a recibir el reconocimiento de artistas de renombre como Juan Ramón Jiménez.
En 1978 recibió el Primer Premio de Poesía "Hispanidad" y en 1979 se presentó en las listas de la Unión de Centro Democrático en las elecciones municipales, siendo elegido teniente alcalde de Badajoz. En 1988 le fue concedida la Medalla de Extremadura por sus méritos humanos, profesionales y literarios y en julio de 1993 fue nombrado Hijo Predilecto por el Ayuntamiento de Mérida.
Desde su fallecimiento el 23 de julio de 1993, se han publicado varios libros recopilatorios tanto de su prosa como de su poesía, además de análisis de su obra por parte de otros autores, y en 2005 se creó la Fundación Delgado Valhondo para difusión y promoción de su obra. La Biblioteca Pública del Estado en Mérida lleva su nombre.

JESÚS ALVIZ ARROYO



         Jesús Alviz Arroyo es uno de uno de los grandes escritores extremeños contemporáneos. Nació en Acebo en 1946 y falleció el 9 de noviembre de 1998 en Cáceres.









Inició su labor narrativa con una novela autoeditada titulada Luego, ahora háblame de China en el año 1977, a la que le siguieron títulos como He Amado a Wagner (1978), El Frinosomo vino a Babel (1979), Calle Urano (1981) o Trébedes (1982). Después de Trébedes Jesús Alviz se centró en el teatro, campó en el que destacó como un gran dramaturgo. Su primera obra de teatro se tituló Un Solo Son en la Danza (1982) que fue accésit del Premio Calderón de la Barca. Posteriormente publicó Inés María Calderón, virgen y mártir ¿Santa?, ¡Qué más da! (1982), El futuro no Existe (1990), !Pasen y Vean¡, que forman parte de Trilogía Light I, II y III; Wallada (1991) con la que obtuvo el Premio Certamen de Autores de Teatro de la Comunidad de Madrid. Con el tiempo volvió a la narrativa y publicó Concierto Ocarina (1986), Española dicen que es (1992) y su obra póstuma El Fuego Lento del Hinojo (2000).





Jesús Alviz Arroyo fue un autor literario adelantado a su tiempo, que se rebeló contra una sociedad, la española de los años sesenta y setenta, que se enfrentaba a un mundo en tecnicolor; mientras ella seguía funcionando en un blanco y negro pasado de moda. Se rebeló contra las normas sociales, sexuales y pseudoéticas de una España en transición a la que le costaba romper las cadenas que la aprisionaban.



Alviz manejó de una manera excepcional el lenguaje; su formación universitaria, Filosofía y Letras, le ayudó a manejarse en una época y en un campo limitado a un reducido número de autores. Sus planteamientos rupturistas e innovadores le abrió las puertas de un mundo, el literario, que se encontraba en un complejo proceso de transformación; aunque como él bien dejó constancia en algunas de sus obras le costó gran trabajo que sus obras fuesen aceptadas por editores y por la sociedad; motivo éste por el que inicialmente se vio obligado a autoproducirlas; que en el fondo no deja de ser una de las muchas formas de protesta pacífica frente a aquellos que deciden si una obra se publica o no, y que en numerosas ocasiones priorizan los intereses comerciales frente a los literarios.







  Jesús Alviz Arroyo dejó, con su ausencia, un profundo vacio en el mundo literario extremeño y nacional; pero en un corto periodo de tiempo nos regaló una extensa producción literaria que se ha convertido, con los años, en obras maestras.


  




viernes, 26 de febrero de 2016

JESÚS VICENTE CHAMORRO, EL FISCAL ROJO




Jesús Vicente Chamorro nació en 1929 en Valverde del Fresno era hijo de un carabinero de ideas republicanas. Seguramente tenía algún vínculo familiar con Jesús Chamorro Piñeiro, médico de Valverde del Fresno que fue depurado en 1936; ya que había sido nombrado por el Frente Popular médico del cuerpo de carabineros destinado en esa localidad y retirado del cargo cuando se produjo la insurrección armada.
                Muchos años después contaba reiteradamente que se hizo fiscal porque era pequeñito y ello le impedía hacerse carabinero como él deseaba.
                Se licenció brillantemente en la Universidad de Salamanca. Durante esos años universitarios, 1948,  tuvo el coraje de repartir octavillas clandestinas en la calle del Partido Comunista de España, al que estaba afiliado.
                En 1966 promovió un acto de homenaje a Antonio Machado en la localidad de Baeza que terminó disuelto por la policía a golpe de porra, y eso que tenían el beneplácito del alcalde de la localidad para realizar el acto e inaugurar un busto del escritor. Tanto Jesús como todos aquellos que colaboraron en dicho acto tendrían que esperar diecisiete años para celebrar dicho homenaje.
                En 1968 promovió la creación  de Justicia Democrática, pero hasta 1977 no pudieron celebrar su primer congreso.
                Durante años estuvo vigilado y controlado por la Brigada Político Social arriesgando su carrera profesional y su comodidad personal además de otras cosas. Fue escudo de perseguidos y cuando algún conocido suyo era detenido se presentaba en la comisaría tan sólo para inquietar a todos con su presencia.
                En mayo de 1978 se le aperturó un expediente por orden del Fiscal General del Reino, Juan Manuel Fanjul, por intervenir en el programa La Clave, en el que se trató los errores judiciales en España, sin autorización de sus superiores. Finalmente acabó con un apercibimiento y una campaña de solidaridad.
                Fue nombrado Fiscal del Tribunal Supremo el 25 de junio de 1978; sin embargo su nombramiento fue recurrido por la Asociación de Fiscales para que no fuese nombrado para dicho cargo.
                Ese año decisivo abandonó su militancia en el Partido Comunista de España. En 1982 recibió un homenaje de sus compañeros de tertulia del Café Gijón. Fue un orador impecable y un optimista patológico; de pequeña estatura tenía una inteligencia privilegiada y una gran sabiduría. Fue un gran procesalista, civilista y penalista, su vida estuvo dedicada a la justicia y el derecho.
                Su carácter intelectual no le eximió de un perfil combativo, no arrugándose en ningún momento ante el prepotente y siempre en defensa del débil; además durante toda su vida fue un fiscal comprometido.
                Tuvo sus escritores fetiches, Unamuno, Antonio Machado y Cervantes. Su manejo del lenguaje era perfecto, preciso y escueto como su sobriedad personal.
                Durante 37 años estuvo casado con Carmina Carbajosa. Jesús Vicente Chamorro fallecía el dos de abril de 2001 en Madrid dejando un gran vacío en el seno del mundo del derecho.
                Escribió entre otros los siguientes libros:
Año nuevo, año viejo en Castilblanco (1985); Algunas consideraciones sobre delito y sociedad (1983); La Persiguilidad del Falso Testimonio en Causa Civil; Derecho Procesal: Civil y Penal ajustado al programa para oposiciones al ingreso en la escuela judicial; El recurso de Casación en Materia Civil.

EMILIANO MARTÍN SUSAÑO, EL CIEGO DE PERALES


                Hay en Sierra de Gata personajes carismáticos que son grandes desconocidos para el público en general; sin embargo hay uno que fue muy popular por los pueblos de la sierra y que representa la esencia de nuestra comarca, Emiliano Martín Susaño “El Ciego de Perales”.
                Emiliano era ciego de nacimiento sin embargo poseía una potente y hermosa voz que le permitía participar en los actos religiosos que se celebraban en la iglesia de Perales. Pero sobre todo esa voz le permitió recorrer todos los pueblos de la comarca y ganarse en cierta forma la vida.
                El Ciego de Perales era el heredero de la tradición oral, de los Cantares de Gesta, del Romancero Popular y del refranero que tantos consejos sabios daba a unos y a otros desde hacía siglos. Nació en la localidad de Perales del Puerto en el año 1888 en un final de siglo convulso y entraría en otro igualmente caótico.
                A él se le atribuye una de las coplas que más han resistido el paso del tiempo, “Coplas del Minerito”, un romance en el que, como en casi todos los que cantaba, intentaba aportar algún que otro consejo a sus fieles seguidores. Éste decía así:

Caros amigos, lectores
dispensad, ya que me atrevo
a escribir este romance,
hablando de los mineros.
Yo no puedo ir a la mina
para ganarme el sustento
pues, como todos sabéis,
yo soy “Emiliano el Ciego”……
 Allá, en la Sierra de Gata,
 y en casi todos los pueblos,
 Por cada Kilo que sacan
 le dan catorce durejos,
 (así que el que saca cien
¿Cuánto gana, compañero?
 Minerito, minerito,
te voy a dar un consejo:
 (que ni en vino ni en coñá
 malgastéis vuestro dinero)
 Compra una casa y un huerto,
 o un olivar , por lo menos,
(y aunque la mina se acabe,
siempre podrás ir viviendo)
 Bendita Sierra de Gata,
bendito sea nuestro suelo,
 (benditos sean los hombres
 que en dicha sierra nacieron
 Minerito, minerito….
               
Jamás pidió limosna, vivía de sus colaboraciones con la parroquia, de los calendarios del Sagrado Corazón de Jesús que vendía y probablemente de su arte; que le abría infinidad de puertas por todos aquellos pueblos que recorría. Su vida se agotó un 19 de enero de 1962 aunque sus cantos y su personalidad todavía son recordados por los pueblos de nuestra comarca.


jueves, 25 de febrero de 2016

NOTICIAS SERRAGATINAS DE UN TIEMPO PASADO


Allá por el año 1922 unos vientos huracanados, se colaron por las altas cumbres de las estribaciones montañosas de nuestra comarca arrasando todo aquello que encontraron a su paso, especialmente los tejados de las viviendas de Eljas.
Quizás, por este motivo en 1924 los alcaldes de las localidades serragatinas de San Martín de Trevejo, Villamiel, Hoyos y Acebo decidieron que había llegado la hora de traer algo bueno a nuestras tierras, es por ello por lo que cogieron sus respectivas maletas, en las que portaban un interesante proyecto, y se desplazaron hasta Ciudad Rodrigo donde expusieron el deseo y el interés de traer el ferrocarril a este rincón apartado de la Península.
            Con este práctico medio de transporte pretendían estimular la economía comarcal que se vio seriamente perjudicada en 1933 a consecuencia de una intensa nevada que dañó a la mayor parte de los olivos y naranjos de estas tierras, cifrándose los destrozos en unos doce millones de pesetas.
A pesar de las inclemencias meteorológicas hubo personalidades de la talla de Pío Baroja que en su visita a la Sierra no pasaron de Acebo; ya que se quedaron prendados de su belleza. Otros grandes intelectuales extremeños de la talla de Publio Hurtado ya habían visitado con anterioridad nuestras tierras, y se habían hecho eco de una tradición oral que atribuía a los árabes infinidad de tesoros escondidos en las proximidades del monte Jálama. Con uno de esos áureos  hallazgos fue con el que se topó en 1939 el niño Félix Sánchez Moreno; ese magno descubrimiento se componía de cinco barras de oro con un peso total de 1,7 KG, las cuales fueron depositadas por el alcalde de Eljas en el Banco de España.
Parece ser que el oro era la obsesión en esas fechas pues en Robledillo de Gata se descubrió un yacimiento de este preciado metal que despertó el interés de los más altos dirigentes políticos provinciales de la época.
Pero si existió algo rentable en nuestra Comarca esto fue sin duda los encajes de Acebo, capital mundial del encaje de bolillos, ya en 1964 se estimaban los ingresos en esta localidad por las ventas en el resto de España de esta artesanía en diez millones de pesetas anuales. A ello habían contribuido las campañas de patrocinio que desde los Organismos oficiales se llevaban a cabo desde 1940 ( 1ª Exposición de Muestras, Mercado de Artesanía de Cáceres, Feria del Campo de Madrid, 1ª Exposición Internacional de Artesanía, Exposición de Artesanía Provincial en la Casa del Mono de Cáceres, Asamblea Provincial de Turismo, Coloquios Internacionales Caballeros de Yuste, etc…).
Isidoro Rodríguez Vázquez, vecino de Acebo, en cambio decidió no seguir la actividad comercial de muchos de sus convecinos y prefirió convertirse en el alimañero más importante de Sierra de Gata, así en 1959 ya contaba en su haber con la captura de varios lobos, los últimos, un lobo y una loba atrapados vivos con los que se presentó en Villasbuenas de Gata.
A este “Tarzán” extremeño le debieron echar bastante de menos cuando un reputado maestro y prestigioso cazador de nuestra comarca afirmó, en el año 1969 en el cuartel de la guardia civil de Hoyos, haber visto deambular por nuestros montes a una espectacular leona. El pánico, evidentemente, se extendió por entre las poblaciones serragatinas de Villamiel, Acebo, San Martín de Trevejo, Valverde del Fresno, Eljas y Trevejo. Poco tiempo después la leona resultó ser un perro de grandes dimensiones.
Esta Sierra nuestra no para de sorprendernos, esta vez con hechos y anécdotas acaecidas en el siglo pasado y de las que se hicieron eco prestigiosos periódicos de la época.


miércoles, 24 de febrero de 2016

ARQUEÓLOG@S ACEBAN@S

Hubo un tiempo en el que los aceban@s teníamos el arrojo de defender nuestro patrimonio cultural; guiad@s y dirigid@s por gentes sensatas eram@s capaces de recuperar el legado olvidado de nuestros antepasados.


Sin embargo el caciquismo serragatino asentado en el latrocinio y en el asesinato de humildes obreros era capaz de doblegar a una justicia acomplejada, que adolecía de los más mínimos principios democráticos.


La perpetuación del hurto cultural a lo largo y ancho de todos los pueblos de Sierra de Gata es algo recurrente en lo que se asienta el bienestar y buen-nombre de algunas familias serragatinas. Las desamortizaciones del XIX, las apropiaciones indebidas de las tierras concejiles y el engaño, manipulación y robo descarado a los vecin@s de muchos pueblos de Sierra de Gata es lo que favoreció el enriquecimiento injustificado de much@s advenediz@s llegad@s a estas tierras.


Las fotografías que aquí reproduzco me las cedió desinteresadamente para un trabajo que publiqué hace tiempo el condenado acebano que intentó proteger nuestros patrimonio arquitectónico. 
Con la total seguridad de que hago lo correcto, al publicar esta página-denuncia en este blog, quiero dejar claro que el único responsable de todo ésto soy Yo: 

Jesús C. Rodríguez Arroyo
CHUCHI del Azevo

lunes, 22 de febrero de 2016

ALMAZARAS SERRAGATINAS





Sierra de Gata fue durante siglos una comarca de gran producción olivarera, ello facilitó una amplia presencia de almazaras o molinos de aceite en todas las localidades Serragatinas.
            Los hubo de las más diversas formas y tamaños, encontrándose algunos de ellos ubicados en lugares realmente extraños. Desde épocas remotas la propiedad de estos medios de producción casi siempre permaneció en manos de familias acomodadas.


            La molturación de la aceituna solía iniciarse antes del alba, siendo cada agricultor el que transportaba el fruto del olivo hasta el molino en sus caballerías, o en pequeños carros tirados por la más diversa variedad de animales domésticos.
            Envueltos en una luz tenue, que penetraba por algún pequeño vano existente en alguna de las paredes del molino, los abnegados agricultores se sentaban al calor del fuego que se  desprendía de la leña que ardía en la   chimenea; mientras el movimiento cadencioso de una gran piedra circular o una pesada viga de madera prensaba esas aceitunas que darían una de las más preciadas aceites de toda Extremadura.


            A lo largo de conversaciones en las que se discutía de los más amplios y diversos temas los más madrugadores solían hacer una pausa para desayunar algún pan tostado al fuego, con algún pedazo de tocino o embutido casero, acompañado de un buen trago de vino de pitarra, mientras el aroma a aceite invadía los sentidos de todos los presentes.


            Afortunadamente, y a pesar de la decadencia del sector agrícola en nuestra comarca, aún se conservan algunos molinos históricos. Además ciertas localidades se han preocupado por la recuperación de peculiares almazaras que se encontraban abandonadas; e incluso algunos particulares han abierto museos dedicados al aceite, como los existentes en Robledillo de Gata y en San Martín de Trevejo.


Todas las imágenes de esta página del blog son reproducciones exactas de un molino de prensa o de viga que se encontraba en la localidad de Hoyos y que fueron tomadas y realizadas por uno de los numerosos estudiosos alemanes que arribaron por estas tierras en la década de los años 30

LOS DÓLMENES DE HERNÁN PÉREZ


Los dólmenes, monumentos megalíticos de tiempos pretéritos, también tienen su sitio en la historia de Sierra de Gata. La principal concentración de estas construcciones funerarias se encuentra en el municipio de Hernán Pérez, casi todos ubicados en la zona conocida por el nombre de “Prado Castaño” y en la Dehesa. Ahí se han localizado al menos cuatro dólmenes y es posible que en el futuro se pueda descubrir alguno más; los más notables son el Dolmen del Chanquero y el del Matón.
El origen de estos monumentos funerarios, así como el de las estelas de guerreros y de los ídolos hallados en esta localidad, se cree que se pueden deber a una influencia cultural tartésica.  Algunos estudiosos los vinculan a las creencias religiosas de gentes que emigraron del sur en busca del estaño que era necesario para la obtención del bronce. Posiblemente debió haber bastantes más pero el paso del tiempo tan sólo ha permitido que lleguen hasta nuestros días unos pocos.
De una época que algunos se atreven a definir como Bronce Atlántico  se cree que datan del año 2500 a.C. ; aunque no será hasta el siglo XVI d.C. cuando se tengan las primeras noticias de ellos, cuando fueron descritos por el cura párroco de Hernán Pérez D. Bartolomé Gutiérrez.
Empero no será hasta el siglo XX cuando el maestro nacional D. Julio Morano comunique su existencia a los encargados del Museo Arqueológico de Madrid. Éstos investigaron esta importante necrópolis de la Época del Bronce,  una de las más relevantes en tierra extremeña al norte del Tajo. Fruto de ese trabajo fue la clasificación, catalogación y excavación de estos dólmenes.


Estas construcciones funerarias desgraciadamente habían sido violadas por los cazadores de tesoros y tan sólo se pudo encontrar algunos restos de cerámica, un par de hachas de piedra; todo ello muy revuelto y fuera de su emplazamiento original. 
Pero el municipio de Hernán Pérez no es la única localidad de Sierra de Gata que tiene estas construcciones funerarias en su término municipal; también las podemos encontrar en Descargamaría, en Villasbuenas de Gata y en Valverde del Fresno.



Estos monumentos megalíticos nos prueban la población de sierra de Gata prácticamente en los albores de la civilización occidental. Una muestra más, por tanto, de una riqueza cultural y un grandioso pasado ignominiosamente desconocido e ignorado por propios y extraños.     

EL ENCAJE DE BOLILLOS DE ACEBO EN LAS HEMEROTECAS

Como algo inherente a la naturaleza de los acebanos se encuentra el encaje de bolillos. Artesanía de una finura exquisita y tejida por unas manos de paciencia infinita.Durante siglos los encajes de Acebo sirvieron para adornar los vestidos de las damas de la alta sociedad y de una burguesía incipiente. No en vano la pericia comercial de los acebanos les llevó a venderle este tipo de tejidos a la mismísima Reina de España.
            De estas dotes comerciales de la sociedad acebana, que algunos atribuyen al pasado semita de los habitantes de esta localidad serragatina, se hicieron eco los más prestigiosos periódicos, que circulaban por las tertulias de los cafés de la capital de España.Como fue el caso del amplio monográfico que publicó el diario Nuevo Mundo el trece de marzo de 1915,en el que se hablaba de la gran calidad de los encajes de bolillos de Acebo, y de la labor comercial de las gentes de esta localidad.
            En un extenso poema, de un tal Azabeño, publicado en el diario Tierra Charra el 23 de marzo de 1930 nº 129, se hablaba así de los encajes de bolillos de Acebo y de las acebanas:

….Adiós, niñas del Acebo,
Casi todas encajeras,
Que tomáis ricas naranjas
Paseando por güertas
De mi parte le diréis
A la Máxima y la Pepa
Que me manden naranjitas
Naranjitas de las buenas….

Empero el diario que más trató sobre los encajes de bolillos fue el diario ABC, que el 30 de mayo de 1940 iniciaba una serie de artículos sobre el encaje de esta población extremeña, que con el tiempo se convertirían en uno de los máximos atractivos de cualquier muestra de artesanía que se celebrase en España:Mercado de Artesanía de Cáceres (artículo del 16/11/1955), Cáceres en Madrid (artículo del 13/06/1956), Cáceres Artesanía Extremeña (artículo del 23/06/1963), Cáceres los trabajos de los Artesanos (artículo del 08/06/1964), Cáceres Exposición de Artesanía Provincial (artículo del 07/12/1969), Acebo Capital de los Encajes de Bolillos (artículo de 04/03/1973), La Lencería Popular Extremeña, Objeto de una Exposición en Plasencia (artículo del 26/05/1974).





La Revista Temas Españoles dedicó su monográfico de 1956 a un divulgativo reportaje sobre los bordados y encajes españoles, en el citado número el encaje de Acebo tenía un apartado especial.


El diario Hoy y el Periódico de Extremadura también se han preocupado por esta artesanía a lo largo de toda su actividad informativa. Pero quizás el reportaje más interesante, desde el punto de vista histórico-informativo, fue el que escribió Koldo Gorospe en la Revista Ibérica en el año I/nº 5-10/98; en el citado artículo entrevistó, de una manera exhaustiva, a la encajera Carmen Seco Lázaro; la cual describió al periodista todo el proceso de elaboración de las famosas puntillas de encaje; así como los utensilios que se empleaban en la elaboración de las mismas.





Otro de los periódicos que trató la temática del encaje de bolillos de Acebo fue La Crónica de Sierra de Gata que en su nº 2 de 2008, y bajo el título Magia entre los Dedos,  publicó un bello cuento escrito por su Directora.



El punto nacionalista lo puso La Voz de Galicia que el 5 de febrero de 2010 aseguraba, en otro ilustrativo trabajo, como las mujeres de Camariñas habían llevado el encaje de bolillos a la Extremadura del siglo XVI; cuando, según la tradición oral, los canteros gallegos construyeron la iglesia de Acebo.


Como se puede observar el encaje de bolillos de Acebo ha sido fuente periodística de los más diversos medios escritos que han existido en la España contemporánea.

LA TRADICIONAL MATANZA DEL CERDO, ACEBO 1999





            A lo largo de los siglos ha sido común entre las familias serragatinas criar al menos un cerdo que sería sacrificado por San Martín o en los meses de invierno y que serviría para llenar las despensas de infinidad de embutidos que luego se irían consumiendo durante todo el año.
            Hasta hace bien poco era bastante habitual ver deambular por las calles de nuestros pueblos de Sierra de Gata  a los cerdos e incluso cuando alguno se escapaba de la pocilga, el marrano se convertía en una atracción para niños y adultos que acudían prestos a inmovilizarlo con el fin de encerrarlo de nuevo en su habitáculo.
            Pero la fecha que se convertía en un gran evento familiar era el día que se sacrificaba al animal. Ese día intervenían todos los miembros de la familia desde los más ancianos, a través de sus consejos, hasta los más jóvenes que ayudaban en las tareas más básicas.
            Para poder sacrificar al animal se tenían que emplear a fondo varios hombres, que en algunas ocasiones se las veían y deseaban para poder tumbar al puerco sobre un banco de madera.




            Pero lo que más impresionaba a los forasteros eran los chillidos del animal cuando se hendía un gran cuchillo en el cuello y se desangraba mientras una mujer removía la sangre con el fin de evitar su coagulación. Posteriormente, y antes del despiece, se procedía a quemar el vello del animal siendo frecuente que ante el calor abrasador del fuego que desprendía la capa de helecho colocada sobre él activase el último hilo de vida del animal y ante los ojos perplejos de los asistentes éste iniciase una efímera carrera para definitivamente caer desplomado  en el suelo.
            Mientras duraba el ritual del despiece se iban cocinando partes del cerdo que se degustaban entre todos los asistentes, el rabo, la careta, las orejas, el probao, etc se convertían en parte indispensable de la tradición gastronómica de ese día.
            La superchería popular también hacía acto de presencia en este gran evento vinculado con la tradicional cerdofilia extremeña y es que aquellas mujeres que se encontraban en proceso menstrual no solían intervenir en la fabricación de los embutidos, pues la superstición local pensaba que esa colaboración originaría la perdida de todos los productos del cerdo.  
            Actualmente la matanza tradicional ha desaparecido y tan sólo se realiza alguna vez al año en ciertas localidades como atracción turística como es el caso de la que se celebra frecuentemente en Cadalso.


jueves, 11 de febrero de 2016

SALVALEON

Este verano, en pleno mes de julio, le comenté como en otras ocasiones a mi gran amigo Gustavo que iba a ir un día a Valverde del Fresno a visitar las ruinas de la ciudad medieval de Salvaleón. Como en otras muchas ocasiones se ofreció a llevarme y acompañarme en la visita, cosa que agradezco enormemente, ya que no es la primera vez que me he encontrado en serias dificultades en el monte al intentar visitar algunas ruinas o ciertos parajes de extraordinaria belleza y aunque la idea que tengo es que mis restos reposen algún día diseminados por la Cervigona o en la cima de Jálama, creo que todavía ese momento no ha llegado.



Ese día nos levantamos temprano, más que nada para evitar el calor sofocante de este verano pasado. Después de tomar un café en Hoyos emprendimos la marcha hasta casi la frontera con Portugal, desviándonos a pocos kilómetros de ésta a través de una pista forestal que, carente de indicaciones, nos dejó a los pies del inmenso recinto amurallado.



En un pequeño cartel explicativo pudimos leer parte de la historia de esta ciudad, en el mismo se establecía su fundación en la época medieval; sin embargo otros estudiosos como Gervasio Velo Nieto consideran que dicho enclave fue fundado antes de la llegada de los romanos, probablemente en tiempos de los vetones, y que ya en la época romana existía allí la ciudad de Interamnia, la cual fue estipendaria de Mérida; contribuyendo a la construcción del puente de Alcántara.





Con la Reconquista de estas tierras se volvió a refundar, tal y como asegura Gervasio Velo, y se convirtió de nuevo en una próspera ciudad, que con el paso de los siglos sería de nuevo abandonada por la inseguridad que la frontera portuguesa ofrecía a sus habitantes. 



Hoy en día tan sólo se puede contemplar buena parte del recinto amurallado, de un ancho de 3 metros en algunos de sus tramos, construido principalmente con grandes lajas de pizarra. La extensión del mismo, varias hectáreas, da idea de la relevancia de dicha ciudad y de la población que pudo llegar a albergar. En su interior se pueden distinguir todavía algunas paredes de algunos edificios y en el exterior el magnífico foso que sirvió de protección a sus moradores.









El silencio y las extraordinarias vistas de los montes de Portugal y del encuentro que se produce en esa zona de los ríos Erjas y Basádiga culminaron una visita a uno de los restos arqueológicos con más solera de nuestra Comarca.