Es una de las zonas de Sierra de Gata que primero se divisan cuando uno entra desde Salamanca en Extremadura, marca el límite entre el término municipal de Acebo y Gata. Por los restos de actividad humana que por allí uno se encuentra está claro que la zona estuvo muy transitada durante diferentes épocas; pero lo que realmente llama la atención son las grandes rocas ciclópeas que allí se asientan sobre peñascos diminutos como si de expertos funambulistas se tratasen.
El tío de la boina
El lugar toma el nombre de de uno de los corrales que hace décadas servían para guardar el ganado de alguno de los vecinos de Acebo. Aquí las imágenes de lo que en otra época fue una próspera explotación ganadera.