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miércoles, 28 de mayo de 2025

LOS AGUACATES DE ACEBO

 Hace unos años me decidí a plantar un aguacate en el huerto que heredé de mi padre en la zona de Acebo conocida por el nombre de Arranseco, junto al río Lágina, Cail o Carrobispo como lo conocemos los acebanos.

Después de nueve años plantado el primer aguacate puedo presumir este año de la primera floración que le he observado y que espero, deseo y ambiciono finalice con un perfecta polinización de esas flores hermafroditas, que a una hora del día son masculinas y que llegado el atardecer se transforman en femeninas. La variedad que planté inicialmente fue la Hass y es ésta la que ha florecido este año, posteriormente he plantado otros tres más, uno de ellos de la variedad Bacon; ya que me aconsejaron en los diversos foros de internet que era la mejor forma de que se produjese un polinización perfecta.














No soy un experto agricultor, ni tan siquiera vivo en Acebo pero tengo un sentimiento muy arraigado de pertenencia a la tierra que me fue inoculado cuando en verano pasaba largas temporadas en la huerta de mi abuelo acompañado de éste, quien me explicaba los entresijos de la siembra y de la cosecha. Aquella huerta quedó sumergida por el pantano que decidieron construir en una de las zonas más bellas de Acebo y que nadie impidió; y yo, además, me vi obligado a crecer y a educarme a cientos de kilómetros de Acebo; pero algo surge en mí cada dos meses aproximadamente, es una llamada desde las cumbres de Jálama que me hace retornar a Acebo para visitar sus intrincadas calles o para conservar un trozo de terruño poblado de naranjos, y ahora de aguacates; evitando en la medida de mis posibilidades que el despoblamiento y el abandono borre una memoria colectiva y millones de horas de trabajo de todos mis antepasados.




miércoles, 23 de abril de 2025

LA FUENTE ROMANA DE PEÑAPARDA

 

Aunque en este blog siempre trato la vertiente extremeña de Sierra de Gata en esta ocasión me he decidido a traer a este cuaderno de bitácora un elemento de uso civil de la localidad salmantina de Peñaparda que hemos heredado de la época romana. Es una pequeña fuente pública que se encuentra a las afueras de la localidad, cerca de la carretera que conduce a Valverde del Fresno y a Navasfrías.
Por estas tierras está demostrado que hubo asentamientos vetones y romanos y fruto de esos asentamientos puede que sea el origen de esta peculiar fuente pública, que numerosos eruditos y estudiosos de esta comarca salmantina atribuyen a una población que fue romanizada durante siglos.








Yo desde mi humilde opinión creo que dicha fuente tiene un origen mucho más reciente, aunque no discuto que ese manantial ya se utilizase en épocas remotas; pero desde luego los sillares de granito que le dan forma no guardan una relación estrecha con la forma de laborarlos que tenían los canteros romanos. Más bien parecen proceder de otro inmueble que debió existir en la villa como pudo ser el demolido castillo o atalaya que las crónicas antiguas citan a menudo.




Sea como fuere la visita a dicha localidad para apreciar esta obra de ingeniería civil merece la pena, yo al menos opino así y máxime cuando el día me despidió con un bello eclipse que pude contemplar desde la carretera que desciende por el Puerto de Perales.

domingo, 15 de diciembre de 2024

PILAR BACAS, UNA AMIGA

 


He esperado a que transcurriese un poco de tiempo para poder escribir unas palabras de despedida a mi amiga Pilar Bacas. Casi todo se ha dicho ya, pero quería dejar constancia de mi profundo aprecio por Pilar; una persona a la que conocí a raíz de las Jornadas de Darío Bacas que organizamos en Cilleros y en las que tuve la oportunidad de compartir un tiempo que me fue muy enriquecedor.
Posteriormente mantuvimos contacto por email durante todos estos años e incluso coincidimos alguna vez en Cáceres, cuando yo me acerqué a esa ciudad a las reuniones que tenía allí con motivo de las asambleas anuales del GEHCEx. En otra ocasión se ofreció a gestionar la presentación de mi libro "Nicasio Álvarez de Sotomayor....auge y ocaso de un anarcosindicalista" en el Ateneo de Cáceres.
Persona comprometida con infinidad de causas y una intelectual de los pies a la cabeza fue incluida su biografía en mi libro "Sierragatinos Ilustres...." desde el primer momento; ya que muy pocas personas son las que han hecho tanto por la cultura y la historia de Cáceres, Extremadura y Sierra de Gata.

RECUERDO A JOSÉ PINTO, CONCURSANTE DE LOS LOBOS EN EL CONCURSO ¡BOOM!



José Pinto fue un ganadero natural de Casillas de Flores que participó en diversos concursos de televisión entre ellos en el concurso televisivo ¡Boom! durante varias temporadas. En uno de esos programas lució un polo en el que llevaba serigrafiado las palabras Acebo y Sierra de Gata junto a la imagen de una naranja y un naranjo. Nuestro vecino salmantino decidió llevar a cabo un homenaje al tradicional cultivo agrícola de los cítricos acebanos, los cuales están pendientes de recibir el reconocimiento de bienes de interés cultural inmaterial por parte de la Junta de Extremadura.
Desde este humilde blog queremos rendirle un merecido recuerdo a nuestro vecino salmantino ya fallecido hace casi 6 años y que con aquel acto se convirtió en uno de los grandes defensores de este tipo de cultivos en Acebo y Sierra de Gata que se encuentran en vías de extinción. 

 

lunes, 16 de septiembre de 2024

EL POZO DEL TIO BORRACHO, ACEBO

Uno de los grandes paraísos que tiene la naturaleza de Acebo es el llamado Pozo del Tío Borracho. Imaginamos que el nombre deriva de algún seguidor y discípulo del Dios Baco y que de una manera anónima nos representa un poco a todos aquellos que amamos esa chispa que nos aporta todas esas bebidas de fermentación natural; y que una vez traspasados ciertos límites nos transforman en beodos somnolientos que imaginamos mundos moldeados a nuestro antojo.

El  Pozo del Tío Borracho fue y es una de las zonas de baño preferidas por los autóctonos acebanos, sobre todo por aquellos que demandan una cierta intimidad y un contacto más profundo con la naturaleza, lejos del ruido de unas masas que en los últimos tiempos han distorsionado la apacible calma de otras dos de las zonas tradicionales de baño de Acebo como son Jevero y Carreciá.

Atrapado este precioso enclave natural por una pista asfaltada a su derecha y por los límites de una finca a su izquierda pasa inadvertido para la mayor parte de los visitantes; pero además en los últimos tiempos las crecidas invernales han ido drenando lo que en otro tiempo fue un profundo pozo y en la actualidad se ha convertido en una agradable charca de aguas cristalinas en las que truchas, barbos y bogas disfrutan de una cierta tranquilidad.

A mi memoria vienen estampas costumbristas de cuando antaño mi familia pasaba largas etapas del verano en este rincón disfrutando de un día de campo; en el que los mayores nos enseñaban a nadar a los más pequeños o simplemente disfrutaban haciéndonos aguadillas mientras nuestra madres sacaban las tarteras, de improvisadas neveras, repletas de filetes empanados con sus correspondientes patatas fritas que eran devorados por una infancia hambrienta después de intensas horas de baños.