LAS MINAS DE WOLFRAMIO DE ACEBO

Acebo tuvo un papel destacado en los años de la posguerra en la producción y comercialización del wolframio. Sin ese recurso la situación de la población habría sido muy diferente a como fue. Ese mineral se convirtió en una fuente de riqueza que generó muchísimo bienestar entre una población con grandes desigualdades y carencias de todo tipo. 

En la memoria colectiva de los acebanos se conserva ese pasado minero que forjó, junto al encaje de bolillos, la agricultura y la ganadería, la idiosincrasia de los acebanos.

Al igual que se hizo en el vecino municipio salmantino de Navasfrías, en Acebo se debería haber puesto en valor los restos de las minas de wolframio que aún son accesibles, además de haber conservado parte del legado etnográfico y antropológico que durante un tiempo permaneció vivo en Acebo. 

Mina de la Barrera del Toconal (Jálama)

Chozo de Minero junto a la escombrera de una mina

 (Jálama)

Entrada a la mina de la Barrera del Toconal

Autorización estatal para la extracción de mineral

Caseta de mineros (Jálama)

Piedra con marcas para triturar mineral 

(Ventorro de los Pororas)

Minas de wolframio en el Ventorra de los Pororas

El Ciego de Perales (autor de la canción El Minerito)

Libro de James W. Cortada sobre el comercio de wolframio

LIbro de Joan María Thomás sobre la historia

del comercio del wolframio en España

Novela de Raúl Guerra Garrido ambientada en la 

España de la posguerra y el comercio de wolframio

Novela de José Fariña Jamardo ambientada en 

la Galicia del comercio del wolframio

Maqueta de una explotación de wolframio de Acebo (Cáceres)

Entrada a la mina de Carregata

Entrada a la mina del Ventorro de los Pororas

Explotación minera con trabajadores acebanos

Piedra con restos de wolframio

Mina del Montechico reconvertida en vertedero

Explotación minera del Montechico (Acebo) años 40

Ejemplar de la Revista Ars et Sapientia en la que 

se publicó el trabajo sobre el wolframio de Acebo

Entrada a la mina cercana a la montaña de la Osa

LA SERRANA, el primer servicio de autocares de Sierra de Gata

 

La Serrana fue el primer servicio regular de línea de autobuses que funcionó en Sierra de Gata. Gracias a este medio de transporte tan innovador, que comenzó a funcionar por la década de los años veinte del siglo pasado, muchos vecinos de nuestra Comarca podían trasladarse de una manera cómoda desde este rincón tan apartado de Extremadura hasta la capital de la provincia. 

Aquellos autobuses Chevrolet de 1927 fueron de los primeros en ejercer la función de transporte de viajeros. Máquinas que con sus duros motores sorteaban los baches de unos caminos y de las primeras carreteras que comenzaron a trazarse por nuestra geografía serrana. Vehículos como el que nuestro apreciado vecino de Acebo, Manuel Sánchez Gutiérrez, se ha encargado de restaurar y que forma parte de su interesante colección de coches antiguos que éste conserva en Coria.

La Serrana se anunciaba en uno de los periódicos de máxima difusión en Sierra de Gata, Nuevo Día. En el mismo publicitaba sus tarifas, trayecto, paradas y categorías de precios; sin duda alguna toda una pretensión de convertirse en una importante línea regular de transporte que lamentablemente el tiempo no ha querido que viésemos.

Para el recuerdo nos queda ese maravilloso vehículo restaurado hasta el más mínimo detalle por ese amante del motor que es nuestro apreciado vecino de Acebo, Manuel Sánchez Gutiérrez; quien sin duda vio en su juventud circular muchas veces a La Serrana por los caminos y carreteras de Sierra de Gata. 

FIESTA DE LA FLOR DE ROBLEDILLO DE GATA

Lo mismo que Villanueva de la Sierra fue la pionera en instaurar la Fiesta del Árbol; Robledillo de Gata fue la otra población de Sierra de Gata que dio un paso al frente para poner en el calendario una nueva efeméride en honor a la Madre Naturaleza, La Fiesta de la Flor.

En el año 1929 Robledillo de Gata iniciaba una nueva fiesta denominada Fiesta de la Flor. La fiesta consistía en un festival benéfico para luchar contra la tuberculosis, enfermedad que por aquel entonces era bastante frecuente en los pueblos de Sierra de Gata.

No tenemos noticias de que la fiesta se continuase celebrando en años posteriores, pero sin duda habría sido muy agradable seguir contando con una fiesta en honor de la naturaleza.

PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN, Villanueva de la Sierra

Edificada sobre un templo anterior, al igual que en otras poblaciones de Sierra de Gata, el edificio actual es del siglo XVI. Su torre es una de las mejores y más bellas torres del siglo XVI que se conservan en la provincia de Cáceres.

La entrada de los pies posee un arco apuntalado cuyos salmeres son de estirpe gótica y encima de él se puede ver un rosetón polilobulado.

En el presbiterio se puede contemplar una magnífica bóveda de crucería estrellada que le da un aire señorial al templo y al retablo mayor que preside el interior de la parroquia. 

El Cristo de la Salud de Villanueva de la Sierra es una talla de mediados del siglo XVII y hasta hace bastante años se veneraba en la ermita del mismo nombre, hasta que fue traslada a la parroquia. Su aspecto actual se debe al haber quedado ennegrecido por un incendio hace unos años.

Otra imagen que se conserva en la parroquia es una talla de un Cristo Yacente con los brazos articulados y cuya realización es del siglo XVII.

El interior del templo conserva, afortunadamente a pesar de haber sido reformado su suelo, bellos ejemplos de laudas sepulcrales de un pasado señorial.

En el interior de la parroquia podemos observar un solemne púlpito de piedra berroqueña perfectamente labrado, al que se accede por una pequeña escalinata de cantería tallada en piedra de la zona.

En una de las ventanas exteriores se aprecia un esgrafiado muy similar al que nos podemos encontrar en la fachada de la parroquia de Hernán Pérez.

La torre de la escalera que da acceso al campanario de la la iglesia es uno de los más atípicos que se puede encontrar en toda Sierra de Gata y es gemelo del que podemos ver en la parroquia de Guijo de Galisteo.