El Lobo Cerval, unos vocablos tan sugerentes como enigmáticos que la primera vez que se los escuché a alguien fue a mi colega de aventuras Kiko "El Cazador"; personaje polifacético acebano que desde lo más profundo de la Extremadura Rural es capaz de darle clases al más pintado de los pseudointelectuales de este País de ilustrados ignorantes.
Todo surgió como siempre en una de esas charlas que dinamizan una larga marcha por esas sendas que recorren la Sierra de Gata y que siempre acaban frente a fincas abandonadas; casas de campo derruidas; almazaras olvidadas que aún conservan, a pesar de las décadas, su olor al "espichin" de la aceituna; o a una majada; o a su vecino el "chajurdón"; todos ellos fueron objeto de la observación y de los deseos de asalto de este bandolero enigmático que sabía que detrás de sus muros existía un tesoro, ganado bovino, caprino, etc. que liquidaría su hambre y el de sus congéneres.
Mi amigo Kiko me relató de manera confidencial, tal y como cuentan las cosas las gentes de sabiduría humilde rural sus cosas, que él había podido ver uno de estos linces boreales en la zona acebana del Guijarro hacía unos años. Esta confesión me hizo comprender que el despoblamiento y el abandono de los pueblos de la Sierra de Gata estaba favoreciendo, en cierta medida, la aparición de especies animales que habían desaparecido de sus tierras hacía décadas, o quizás siglos.
La visión romántica e idealista que mi amigo Kiko me transmitió con ese relato simple y puro sobre un animal tan emblemático en una población serragatina como es Acebo, que para mí es uno de los grandes pilares de mi existencia, me confirmó una vez más que Sierra de Gata y en especial Acebo son unos parajes excepcionales, capaces de atraer a los seres vivos más salvajes, como es el caso del Lobo Cerval (Lince Boreal). ¡Bienvenido Seas! ¡Protejámoslo!
En el último mes, y debido a un nuevo ingreso en el hospital de mi padre, volví a escuchar de nuevo la definición de Lobo Cerval para referirse al Lince. Esta vez era mi padre quien me contaba que un vecino apodado "Colifa", cuando él era pequeño, capturó a uno de estos animales a plena luz del día en lo alto de la Atalaya. Le pareció extraño que pudiera capturarlo a plena luz del día en lo alto de ese monte; ya que según él este tipo de animales en Acebo siempre cazaban de noche y sus presas más habituales eran los conejos.
Este último testimonio parece confirmar efectivamente que Acebo y Sierra de Gata siempre fueron el hogar de ese Lince Boreal Europeo del norte de la Península Ibérica conocido por el nombre de Lobo Cerval.
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ResponderEliminarHola Jesús Carlos:
ResponderEliminarDoy con tu blog siguiendo las huellas de Santiago Chamorro Piñero. Me gusta tu blog y lo que escribes. Tus investigaciones históricas son muy importantes. Leí tu libro "Movimiento obrero y represión fascista en Sierra de Gata (1931-1936)", me vino muy bien para escribir "El hijo del guarda". No sabía de la existencia de esta bitácora, que ahora enlazo a la mía. Es una sincronía curiosa que compartamos editor, Muñoz Moya.
Saludos fraternales, Javier Quiñones.
PD. Por motivos obvios, no hace falta decir que Sierra de Gata está íntimamente relacionada con mi historia familiar.
(Disculpa el borrado anterior, ha sido un fallo, se ha enviado el mensaje a medio escribir, torpeza informática la mía!)