Las zonas circundantes a la Ermita de la Virgen de la Peña conservan las muestra más antiguas de la ocupación humana sobre el territorio de Sierra de Gata, prueba de ello son las cazoletas que se hallan en muchas de las grandes moles de granito que se encuentran en la parte más alta de la Dehesa de Arriba. Aunque ni los arqueólogos se ponen de acuerdo si se corresponden a la Edad de Cobre o a la Edad del Bronce.
El primero de los asentamiento se ubica en el parking que se construyó para los coches de los romeros que acuden anualmente a representar sus respetos a la Virgen de la Peña. Las máquinas que nivelaron el terreno desenterraron parte de un poblado de la edad del cobre. Investigadores como Antonio González Cordero que han estudiado la zona recogieron algunas muestras de cerámica y un cincel de gabro muy fino; aunque según algún testimonio local se habla de un vecino que encontró los restos de un enterramiento en el que que descubrió los restos de las armas de un guerrero prehistórico.
El yacimiento de la edad del bronce fue localizado a unos 500 metros del anterior a raíz de la apertura de la pista que accede a la Ermita. En el mismo el anterior investigador confirma el hallazgo de restos de cerámica y de un hacha plana de cobre.
