Desde el punto de vista lingüístico una parte de los municipios de Sierra de Gata fueron durante siglos una prolongación de la lengua leonesa. La llamada reconquista cristiana de estos territorios por parte del Reino de León favoreció el asentamiento de gentes venidas del norte de la península vinculadas con este reino cristiano, las cuales trajeron consigo un habla que perduró hasta el último tercio del siglo XX. Los medios de comunicación, la emigración, la mejora de las vías de comunicación y un profesorado foráneo han contribuido a su total desaparición en tan sólo dos décadas.
La lengua que estudiaron en su época personajes de la talla de Ramón Menéndez Pidal, Leite de Vasconcelos, Oskar Fink. John Cummins, Wilhelm Bierhenke y más reciéntemente Ángel Iglesias Ovejero ha pasado a convertirse en otro elemento más de estudio de la antropología lingüística.
Gracias a los trabajos de estos especialistas podemos contar con un mapa lingüístico muy preciso de las poblaciones en las que se hablaba esta lengua; además de poseer dos buenos manuales en los que el profesor de la Universidad de Orleans, Ángel Iglesias Ovejero, detalla gramaticalmente las características de esta lengua leonesa en la comarca del Rebollar, es decir en la Sierra de Gata salmantina. En los últimos tiempos este profesor, que es uno de los mayores estudiosos y entendidos a nivel mundial del leonés en Sierra de Gata, ha publicado otro trabajo en el que recoge la tradición oral de estas tierras.
Frente a las insensateces que algunos organismos y algunos individuos, carentes de toda formación y solvencia, están proponiendo en los últimos tiempos sobre El Extremeño que se habla en Sierra de Gata, los cuales no dudan en dejar constancia por escrito en algunos medios de comunicación de las barbaridades de una lengua inventada que jamás se habló en nuestra comarca, me atrevo a traer a las páginas de este blog los tres trabajos de ese profesor, ya jubilado y amigo, que es D. Ángel Iglesias Ovejero.