Una vez más tengo que darle las gracias a mi amigo Luis Ramajo por haberme enseñado otro de los tesoros de su pueblo, Cilleros. En esta ocasión me mostró un altar votivo que sirve de sillar en una pequeña construcción a las afueras de este pueblo serrano.
No me voy a extender en su descripción, ni quiero tampoco aburriros con análisis y teorías históricas sobre el origen de este altar y la deidad a la que está dedicado; ya que todo ello se encuentra en el estudio que Luis Ramajo publicó junto con Juan Carlos Olivares hace unos años y del que os dejo en este blog el siguiente enlace para el que lo quiera consultar.
Mi sueño no deja de ser que algún día todas estas piezas arqueológicas, que se encuentran dispersas por diferentes poblaciones de nuestra comarca, se puedan contemplar todas ellas juntas en algún pequeño museo arqueológico o centro de interpretación que se construya en la sierra. Mientras tanto aprovecharemos a observarlas en su medio natural.
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