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domingo, 17 de mayo de 2020

VILLA DE MORALEJA, la entrada natural a Sierra de Gata


En mi larga búsqueda de libros y publicaciones sobre Sierra de Gata me he encontrado con una edición facsímil de la Carta de Privilegios y Confirmación a la Villa de Moraleja. Sin duda es un documento histórico muy interesante que enriquece una vez más a nuestra Comarca.
La poblacón de Moraleja se integró no hace mucho tiempo en el seno de Sierra de Gata y casi podríamos llegar a decir de esta localidad que se ha ido convirtiendo poco a poco en la capital de nuestra Comarca. Son numeros los vecinos de la Sierra que realizan allí sus compras, sus trámites bancarios, e incluso se han trasladado a ella a vivir por ofrecer más servicios que otras localidades de la Sierra; por ser la vivienda más asequible y por lograr un puesto de trabajo más fácilmente.
En el prólogo del libro se hace mención al tópico de que Moraleja es una población sin pasado histórico y que la publicación de este libro viene a demostrar un poco lo contrario.





Cierto es que Moraleja, o al menos el embrión de lo que fue esta población en sus orígenes, cuenta con un pasado que se hunde en los albores de los tiempos. Exiten restos de la Edad del Bronce y del Hierro en algunos de los cauces de los ríos que la atraviesan. También existen testimonios de ciertos hallazgos numismáticos de época romana y árabe. Es más dentro de su territorio se encontró la imponente fortaleza de Milana que Publio Hurtado ubicó en la villa de Milana, a una legua de Moraleja, entre las confluencias de los ríos Árrago y Gata. Nos dice Don Publio Hurtado que el castillo fue contruido por el Prior Caballero de La Orden de Alcántara, Don Fray Domingo, el de la mano manca, en el año de 1200. Con el tiempo fue derruida hasta sus cimientos por el Emperador Carlos V cuando éste combatió a los Comuneros.
Gervasio Velo Nieto también la recoge entre sus trabajos y nos cuenta que fue arrebatada a los moros en el año de 1167 por Fernando II de León, quien se la donó a la Orden del  Temple. Más tarde sería Alfonso IX quien se la donaría a la Orden de Álcántara.


Siempre que he cruzado Moraleja por la carretera que la atraviesa he tenido la sensación de encontrarme en un pueblo del medio oeste norteamericano. Una población de nueva creación sin pasado histórico y despersonalizada, que había sido construída por el aluvión de personas llegadas de otras localidades de Sierra de Gara. Pero nada más lejos de la realidad; una vez nos hemos adentrado en el interior de la Villa descubrimos la que fue casa del Comendador, una casa solariega que en sus tiempos debió gaurdar infinidad de secretos durante las guerras que sostuvo Don  Alonso de Monroy, clavero de la Orden de Alcántara. 



Pero más imponente es sin lugar a dudas uno de los pocos rollos jurisdiccionales que se conervan en Sierra de Gata y que le permitía a esta villa ejecutar leyes que para otras muchas poblaciones estaban prohibidas.







Si continuamos con la visita por el centro de la villa nos encontramos con una modesta parroquia construida con imponentes sillares de granito que podría pasar desapercibida e incluso ninguneada por otras iglesias serragatinas o  por la poderosa Catedral de Coria. Pero este pequeño edificio conserva uno de los más bellos ejemplos de gárgolas de toda la zona noroccidental de Extremadura.










Empero quien mejor me ha enseñado la Villa de Moraleja ha sido el libro en el que las bellas fotografías de esta población se ven adornadas por los embelesadores versos de la poetisa local Pureza Canelo.







sábado, 8 de octubre de 2016

PERALES DEL PUERTO, refugio de escritores

Este mes de septiembre tuve la oportunidad de hacer una pequeña parada en Perales del Puerto, durante uno de mis múltiples viajes a Acebo, y al mismo tiempo pasar un buen rato con mi amigo Manuel Ramos Susaño.  
La charla con Manuel fue muy enriquecedora, como en otras muchas ocasiones, sobre todo porque me puso al día del proyecto literario que tiene entre manos.
Sin duda Perales del Puerto, no sé muy bien si por ser una vía obligada de paso para todos aquellos que vienen desde Castilla y León o desde Portugal, se ha convertido en la localidad de Sierra de Gata de donde mayor número de escritores serragatinos han surgido: Manuel Vaz-Romero, Gervasio Velo Nieto, Jesús Moreno Ramos, Juan José Velo Nieto "Veliso" y Victoriano Pascual de Sande.
De este último he tenido la inmensa fortuna de que mi amigo Manuel me regalase un ejemplar de un libro único, materialmente imposible de conseguir. "Emociones Médicas, escenas de la vida médico-rural" es un libro único en Sierra de Gata y en buena parte de Extremadura y en él su autor, Victoriano Pascual de Sande, recoge una amplia variedad de anécdotas que vivió este médico rural, oriundo de Perales del Puerto, en esa pequeña villa alto-extremeña y que ha visto pasar tantas etapas de la historia de Extremadura por su término municipal.




sábado, 2 de enero de 2016

CASTILLO VIEJO DE JÁLAMA, SANTUARIO O ERMITA

El eminente historiador peraliego Gervasio Velo Nieto nos habla de un antiguo santuario consagrado a Santa Ágata en lo más alto de Jálama. Mientras que el decimonónico historiador gateño Marcelino Guerra Hontiveros, haciéndose eco de las Antiquitates Lusitaniae, fija en la cumbre de ese pico un pequeño asentamiento humano llamado Aeminium. Pero es el gran Publio Hurtado el que confirma que en esa cima se ubicó desde antiguo un bien construido, fuerte y útil castillo, un castillo viejo; uno de los dos que existían en la provincia de Cáceres.





Gervasio Velo Nieto subió a la cumbre de Jálama y pudo contemplar con sus propios ojos todos esos sillares de granito desparramados en lo más alto de su cima, igualmente a como yo los pude fotografiar. Resulta bastante extraño todas esas moles berroqueñas en lo más alto de una cumbre desde la que se divisa la planicie extremeña, la frontera portuguesa y parte de las tierras salmantinas; salvo que dichas piedras graníticas formasen parte de una de las muchas fortalezas ubicadas en lo más alto de la cumbres serranas que tenían por finalidad defender la joya de la corona que no era otra que la ciudad de Coria.

sábado, 19 de diciembre de 2015

GERVASIO VELO NIETO

Gervasio Velo Nieto ha sido uno de los grandes historiadores que han nacido en Extremadura. Natural de Perales del Puerto fue un hombre polifacético. Fue comisario de policía para posteriórmente convertirse en médico. Pero su afición fue la historia, que supo contar como nadie en la Extremadura de la segunda mitad del siglo. 


Prolífico escritor, nos ha legado una infinidad de obras históricas a las que cualquiera de nosotros hemos tenido que recurrir en más de una ocasión para documentar nuestros trabajos. 






Hace unos años tuve la gran fortuna de poder hablar con uno de sus hijos, médico como Gervasio, que tuvo la gentileza de atenderme en su consulta y de regalarme dos ejemplares del libro de Castillos de Extremadura, además de otras obras escritas por su padre. Le comenté que me gustaría que Perales del Puerto le hiciese un homenaje a Gervasio; pero como suele suceder en nuestra tierra nadie de Perales del Puerto me hizo el más mínimo caso ante mi insistencia en homenajear a este gran estudioso de nuestra historia.
Pasados los años y mientras consultaba unos expedientes de consejos de guerra en el Archivo Histórico de la Defensa para uno de mis libros me encontré con un expediente a nombre de Gervasio Velo Nieto (Fondo Madrid, sumario 1316, legajo 2031). En el mismo se relataba con pelos y señales como Gervasio había salvado a varias personas de una muerte segura a manos de los milicianos que controlaban una de las chekas más siniestras que hubo en Madrid mientras Velo Nieto se encontraba destinado como policía en una comisaría de la calle Bola.
Por tanto Gervasio además de prolífico escritor fue una persona muy comprometida con su tierra y con sus semejantes. Ojalá algún día en Perales del Puerto estén dispuestos a reconocer a uno de sus más grandes personajes, más allá de ponerle sólo su nombre a una calle.