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domingo, 7 de junio de 2020

MARTÍN ARROYO "EL EXTREMEÑO", cantaor acebano

Martín Arroyo es una de las almas del "Ser Acebano". Sus coplas han amenizado infinidad de hogares acebanos durante décadas e incluso durante varios veranos fue el Top Ten de la música que se escuchaba por todo Acebo. Daba igual que uno fuese al río, estviese en casa con sus padres, viajase en coche o fuese a la verbena que se celebraba en la plaza mayor de Acebo en las fiestas patronales, en todos esos sitios sonaban las canciones de Martín Arroyo, con su copla más famosa ,"Acebo", abriendo todos los minutos musicales en los que se le escuchaba.
De manera autodidacta, con autoediciones de cassetes o Cd´s nuestro paisano Martín Arroyo le ha cantado a Acebo, a sus gentes, a sus paisajes y a su artesanía. 
Algunos de sus trabajos musicales he tenido la suerte de ver como son conservados con especial esmero en la Biblioteca Nacional de Madrid. Y no me cabe la menor duda que raro es el hogar acebano que no tiene un ejemplar de algunos de sus ediciones musicales.




Últimamente sigue publicando trabajos y aunque el tipo de música que él trabaja ha caído un poco en desuso, los gustos han cambiado, sus canciones forman parte del acervo popular y de la tradición musical de Sierra de Gata y en especial de Acebo. A buen seguro toda su labor musical con el tiempo tendrá, si es que ya no lo tiene, un lugar destacado en la historia musical de Extemadura.






sábado, 23 de noviembre de 2019

UN PÍCARO ACEBANO

-¡Amos, dati prisa que es pa hoy! le gritaba el pairi al hijo desdi lo altu del tejao.

El dagal iba to lo rápido que poia el probitu; pero pa sus treci añus esi trabaju de reparar los tejaos del pruebru era muchu pa él. Sin embargu su pairi no poia jacerlu solu y tampocu poia contratar a un obreru, el negocio no daba pa tantu.
Mientras cargaba y cargaba las tejas en una caja que su pairi subía al tejao con una garrucha, el probitu dagal renegaba de esi trabaju tan esclavo que le había dao el destinu.

-¡Echami ahora La Perfecta ! le indicó su pairi desde la cubierta.



El dagal rebuscó entri las tejas y asió una de ellas a la cual el pairi le había hecho un bujero en la metá que luegu había rellenau con barru del mismu color. La pusu en la caja con el restu de las tejas y su pairi las subió hasta el tejao con la garrucha.
Una vez arriba colocó a La Perfecta entre el restu de las tejas y pasaos los días, pairi e hiju, terminarun la reparación de otru tejao en El Azevo.
De esta manera el pairi se aseguraba trabaju cada dos o tres añus; ya que la lluvia mohina que caía habtualmenti en el puebru iba disolviendo el barru y la gotera golvía a aparecer al cabo de los añus, pero en otru lao del tejao.


Hasta que pasao el tiempu el dagal en una indiscreción se lo relató a las sus amistades de juego y el puebru terminó enterándosi de las artimañas de su pairi y los dos se quearon sin trabaju. Cosa de la que siempri se alegró el dagal, porqui esi oficiu de reparar tejaos era un oficiu mu esclavu y peligrosu según opinaba él.


Reseña: este microrelato, narrado en el extremeño que se hablaba en los pueblos de Sierra de Gata, me lo contó un conocido acebano que reside en Bilbao; en una de las habituales sesiones de vinos de los domingos de invierno que se dan por los bares de Acebo. 
  

lunes, 18 de noviembre de 2019

MIKE TYSON COMBATE CONTRA HOLYFIELD EN LA TELEVISIÓN DE ACEBO

La noche prometía, eran muchos los vecinos de Acebo que se habían reunido en uno de los bares de Acebo para ver el combate de boxeo entre Mike Tyson y Holyfield. 
El local parecía un fumadero clandestino de Nueva York en los que comenzó su carrera pugilística uno de los boxeadores más controvertidos de la historia.
En uno de los asaltos Mike Tyson le soltó un tremendo derechazo a Holyfield que el cámara de televisión recogió en un primer plano televisivo. Una de las espectadoras del bar al ver tan soberano golpe no pudo por menos que expresar de manera histriónica el siguiente comentario:

                                -¡Atií! ¡Pu si lleva un  tatuaji de Mau en el brazo!



A lo que una amiga que se encontraba con ella en el bar viendo el enfrentamiento entre aquellos dos amos del cuadrilátero le replicó lo siguiente:

                               -¡Hay que jodersi lo famosa que se ha hecho esa cerveza!

La anécdota no pasó desapercibida para el resto de los parroquianos que se encontraban alrededor de ellas en el bar viendo ese combate de boxeo mítico; los cuales de inmediato inundaron el local con una estruendosa carcajada que todavía se escucha en la lejanía de la cima de Jálama.



Este pasaje de la tradición oral acebana, contado en parte en extremeño, quedará para los anales de la historia del anecdotario acebano; ya que aún hoy en día son muchos los que lo recuerdan.  Entre ellos la dueña del local en el que sucedió y que de vez en cuando tiene el gracejo de recordármelo después de varias cervezas consumidas en su establecimiento.