Dagala en nuestra etimología acebana significa simplemente niña, adolescente femenina. Esa es la denominación que han elegido unos jóvenes empresarios acebanos para bautizar a su creación dentro del mundo cervecero.
Englobada dentro de esas cervezas artesanales en las que las manos y la inspiración de los maestros cerveceros que las engendran nos intentan transmitir sus sensibilidades; Dagala nos deleita con profundos matices a naranjas; sobre todo en la parte superior del paladar y cuando se liquida el último trago en cada sorbo. Es una cerveza para beberla casi helada, en un vaso ancho y alargado que le permita ampliar sus esencias y matices.
Mucho me habían hablado de esta cerveza y su nacimiento corrió como la pólvora por todas las redes sociales en las que participan los acebanos; pero yo preferí obviar las opiniones de unos y otros hasta sacar mis propias conclusiones, que por supuesto son totalmente favorables. Para mí es una cerveza con cuerpo y para beberla con cierta tranquilidad mientras se disfruta del tiempo y del relax en cualquiera de los parajes de Sierra de Gata, oteando su paisaje milenario.