lunes, 5 de agosto de 2019

UN PASEO FOTOGRÁFICO POR GATA

Catóbriga para romanos y vetones o Albaranes para los musulmanes; la Villa de Gata, junto con su anexo de la Moheda de Gata, es uno de los municipios más poblados de Sierra de Gata. Sus intrincadas calles y sus gentes ya fueron objeto de estudio del primer historiador que engendró nuestra Comarca, Dº Marcelino Guerra Hontiveros.
Solar de elevadas pendientes, goza de unas panorámicas que permiten contemplar las llanuras cacereñas y las serranías que separan nuestra provincia de las tierras salmantinas.
Gata ha jugado y juega en otra división, usando un término futbolístico. Se podría situar en el mismo nivel que poblaciones como Cilleros y Valverde del Fresno, con sus ventajas y desventajas. Uno de los problemas que se suelen dar en poblaciones con una densidad demográfica importante es el del aparcamiento de automóviles. En Gata este problema se agrava todavía mucho más debido a la estrechez de sus calles y lo empinado de las mismas; sin embargo en el municipio han sabido buscar una solución que ha sacado el vehículo del centro y que permite visitar el Caserío de una forma sosegada, han construido un parking a las afueras del pueblo.




























































LA INDUSTRIA RESINERA DE GATA

En el año 2014 se comenzó en Villasbuenas de Gata con las resinación de pinos, pinus pinaster; pasados ya casi cinco años de la recuperación de esta industria ancestral, la misma se ha consolidado de manera activa en el municipio de Gata. 
Cerca de 20 personas explotan una masa forestal de alrededor de cien mil pinos en este municipio serragatino. Los beneficios no son sólo económicos; ya que gracias a la recuperación de esta industria una parte de estos trabajadores han descartado la emigración, a lo que hay que añadir una mayor vigilancia y cuidado del monte gateño que evita desastres medioambientales como los grandes incendios que de vez en cuando asolan nuestra Comarca.
Puede que dicha industria no sirva por sí sola para mantener en exclusividad a estas personas, pero lo que sí está claro es que se convierte en un complemento a sus ingresos procedentes de otras actividades agrícola-ganaderas. Esta actividad, que dura unos nueve meses al año, no deja de ser un valor añadido muy importante para una Comarca que en las últimas décadas ha ido viendo como todas sus actividades económicas han entrado en franco declive.








UN PASEO FOTOGRÁFICO POR PERALES DEL PUERTO

Existe un dicho en nuestra comarca que define muy bien a Perales del Puerto, este dice así: 

ves Perales, ves los demás lugares. 

Esta población asentada sobre una de las vías principales de nuestra comarca ha contemplado el trasiego de gentes desde la los tiempos más remotos de la humanidad; vetones, lusitanos, romanos, visigodos, musulmanes, leoneses, portugueses y franceses han habitado este Lar serragatino. 
Entre las piedras que adornan parte de sus edificios uno puede encontrar la huella de todos, o de casi todos, estos pueblos que una vez moraron por estas intrincadas serranías.