Hernán Pérez es hoy en día una pequeña población rodeada de olivares cuyo caserío conserva más bien poco de lo que antaño fueron las viviendas tradicionales de una sociedad empleada en las labores del campo.
Algunas construcciones nuevas han intentado recrear aires pasados, o al menos lo han intentado con cierto éxito a tenor del estilo que se puede encontrar repetido en varias de esas casas.
La Ermita del Cristo de la Paz es junto a la parroquia de la población uno de los edificios más relevantes y quizás más señoriales de los que se pueden encontrar.
La parroquia de Santa María Magdalena es un edificio construido sobre otro anterior allá por el siglo XVI. La parte más trabajada de la misma es la fachada de sus pies, toda ella realizada en sillería de granito y rematada con una triangular espadaña.
Una de las fachadas de la parroquia conserva un deteriorado esgrafiado muy similar al que podemos encontrar en la fachada de la parroquia de Villanueva de la Sierra y cuya mano artesana podría haber sido la misma en ambas parroquias.
Hernán Pérez, no obstante, es la cuna de los asentamientos humanos en Sierra de Gata y de ello dan prueba las estelas diademadas y de guerrero que se encontraron en su término municipal, los dólmenes que atesora en sus dehesas y los ídolos que tallaron esos primeros antepasados nuestros.
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