blog sobre Sierra de Gata, Acebo, Hoyos, Perales del Puerto, Villanueva de la Sierra, Villamiel, Trevejo, San Martín de Trevejo, Cilleros, Hernán Perez, Cadalso,Descargamaría, Gata, Robledillo de Gata, Santibañez el Alto,Valverde del Fresno, Torrecilla de los Angeles, Villasbuenas de Gata, Eljas, Torre de don Miguel, Vegaviana, Moraleja, La Moheda de Gata.
miércoles, 6 de noviembre de 2024
LA ESCALERA TIPO SAN GIL DE LA PARROQUIA DE ACEBO
viernes, 11 de octubre de 2024
LAS CATORCE DE CILLEROS
viernes, 27 de septiembre de 2024
CUARTEL DE ARTILLERÍA DEL EJÉRCITO DE LA IZQUIERDA EN ACEBO, Guerra de la Independencia
Cuartel de Monteleón Madrid |
lunes, 16 de septiembre de 2024
EL POZO DEL TIO BORRACHO, ACEBO
Uno de los grandes paraísos que tiene la naturaleza de Acebo es el llamado Pozo del Tío Borracho. Imaginamos que el nombre deriva de algún seguidor y discípulo del Dios Baco y que de una manera anónima nos representa un poco a todos aquellos que amamos esa chispa que nos aporta todas esas bebidas de fermentación natural; y que una vez traspasados ciertos límites nos transforman en beodos somnolientos que imaginamos mundos moldeados a nuestro antojo.
El Pozo del Tío Borracho fue y es una de las zonas de baño preferidas por los autóctonos acebanos, sobre todo por aquellos que demandan una cierta intimidad y un contacto más profundo con la naturaleza, lejos del ruido de unas masas que en los últimos tiempos han distorsionado la apacible calma de otras dos de las zonas tradicionales de baño de Acebo como son Jevero y Carreciá.
Atrapado este precioso enclave natural por una pista asfaltada a su derecha y por los límites de una finca a su izquierda pasa inadvertido para la mayor parte de los visitantes; pero además en los últimos tiempos las crecidas invernales han ido drenando lo que en otro tiempo fue un profundo pozo y en la actualidad se ha convertido en una agradable charca de aguas cristalinas en las que truchas, barbos y bogas disfrutan de una cierta tranquilidad.
A mi memoria vienen estampas costumbristas de cuando antaño mi familia pasaba largas etapas del verano en este rincón disfrutando de un día de campo; en el que los mayores nos enseñaban a nadar a los más pequeños o simplemente disfrutaban haciéndonos aguadillas mientras nuestra madres sacaban las tarteras, de improvisadas neveras, repletas de filetes empanados con sus correspondientes patatas fritas que eran devorados por una infancia hambrienta después de intensas horas de baños.