SIERRA DE GATA ONÍRICA

sábado, 22 de octubre de 2016

UNA EXCURSIÓN FOTOGRÁFICA POR LAS IGLESIAS DE SIERRA GATA

Ermita del Cristo, Acebo

Nuestra Señora de los Ángeles, Acebo

Purísima Concepción, Cadalso de Gata

Nuestra Señora de los Apóstoles, Cilleros

Cilleros

San Julián Hospitalario, Descargamaría

Nuestra Señora de la Asunción, Eljas

Eljas

Ermita del Humilladero, Torre de Don Miuel

San Miguel Arcángel, Gata

Santa María Magdalena, Hernán Pérez

Nuestra Señora del Buen Varón, Hoyos

Hoyos

La Piedad, Moraleja

Nuestra Señora de la Asunción, Perales del Puerto

Nuestra Señora de Asunción, Rodledillo de Gata

Robledillo de Gata

San Martín de Tours, San Martín de Trevejo

San Martín de Trevejo

San Pedro Apóstol, Santibáñez el Alto

Nuestra Señora de la Asunción, Torrecilla de los Ángeles

Nuestra Señora de la Asunción, Torre de Don Miguel

Nuestra Señora de la Asunción, Valverde del Fresno

Valverde del Fresno

Santa María Magdalena, Villamiel

Nuestra Señora de la Asunción, Villanueva de la Sierra

La Consolación, Villasbuenas de Gata

San Juan Bautista, Trevejo

Altar Ermita de Robledillo de Gata

Suelo Ermita Robledillo de Gata

Artesonado Ermita Robledillo de Gata

domingo, 16 de octubre de 2016

COFRADÍA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA VIRGEN, Acebo

El Convento de Santiago del Azevo tenía en su sede dos Cofradías, una era la del Espíritu Santo y la otra era La Inmaculada Concepción de la Virgen.

Esta última tenía concedida un Breve del Papa de Urbano VIII el cual recojo en esta imagen.

En resumen este Breve comienza con Illius vices y está fechado en Roma el 13 de septiembre de 1635. En él su Santidad concedía a todos los fieles que visitasen el altar de la Virgen indulgencia plenaria y a los cofrades siete años y siete cuarentenas de perdón los días de Navidad, Anunciación, Purificación y Asunción de Nuestra Señora, y demás gracias que se acostumbraban a conceder a las cofradías.

CARLOS I DE ESPAÑA y V DE ALEMANIA,su huella en Sierra de Gata

La guerra de las Comunidades o de los Comuneros también dejó su huella en la Sierra, prueba de ello son los escudos de Carlos I de España y V de Alemania que todavía se conservan en las poblaciones de Villamiel, San Martín de Trevejo y Gata.

Villamiel

La fidelidad de estas poblaciones a la Corona fue premiada con el honor de poder lucir en sus edificios y calles el Escudo Real del entonces Todopoderoso Emperador del Mundo.

San Martín de Trevejo

La guerra de los comuneros no tuvo especial incidencia en la Sierra ya que la orden militar que la controlaba mayoritariamente era la Orden de Alcántara, la cual estaba regida directamente por la Corona; otras como la del Hospital, que controlaba la encomienda de Trevejo, también apoyó la causa realista. Además buena parte de los pueblos de la sierra eran señoríos de importantes nobles, Duque de Alba y los Pacheco, que también permanecieron fieles a la Corona.

Gata

Tan sólo el castillo de Salvaleón ,o la ciudad del mismo nombre, en Valverde del Fresno se vio arrasada por la orden imperial, ya que la consideraron refugio de las fuerzas afines a los comuneros

miércoles, 12 de octubre de 2016

EL MONO PETREO DE Villasbuenas de Gata

Hace unos años al reparar la fachada de una casa que se encuentra en las cercanías de la plaza principal de Villasbuenas de Gata apareció embutida entre sus muros la cabeza de un mono, la misma había permanecido oculta allí durante décadas.

El buen criterio del dueño de la casa hizo que ese representación pétrea viese de nuevo la luz y como si de un vecino más se tratase se dedica a chismear el trasiego tranquilo de sus paisanos, desde ese altura privilegiada en la que la sabiduría popular le quiso colocar.

Con gesto adusto nos recuerda un pasado glorioso y bullicioso en el que poblaciones serragtinas como Villasbuenas de Gata rebosaban de vida.

domingo, 9 de octubre de 2016

LA FUENTE, una excentricidad pictórica en Acebo

Hace años publiqué un trabajo sobre el anexo de la vivienda que la familia García-Puerto conserva en Acebo. El mismo está incluido en este blog, pero hoy quiero traer esas imágenes a color que pude tomar hace años gracias a la gentileza de mi primo Francisco García Puerto.

Muy pocas son las personas que han podido contemplar estas pinturas y muchas menos las que han podido estar entre las cuatro paredes de este anexo que rebosa misterio por cada uno de sus rincones.

Ni los actuales propietarios son capaces de encontrarle una explicación convincente a la construcción y decoración de este habitáculo próximo al río que baña el casco urbano del municipio. Todo tipo de teorías y especulaciones han rodeado durante décadas la existencia de esta misteriosa construcción; desde ser considerado un centro de culto criptojudío, pasando por querer ver en él a un templo masón, hasta ser identificado únicamente con un espacio en el que el personal de servicio lavaba y blanqueaba la ropa de los propietarios de la casa.

Lo cierto es que resulta realmente extraño que alguien se tomase la molestia de decorar esas paredes con unos pinturas tan exóticas y con un poemario tan evocador en este rincón tan apartado de la geografía extremeña, en el que la inmensa sociedad de las poblaciones que conforman la comarca de Sierra de Gata vivían en la ignorancia más absoluta.