Este verano, en pleno mes de
julio, le comenté como en otras ocasiones a mi gran amigo Gustavo que iba a ir
un día a Valverde del Fresno a visitar las ruinas de la ciudad medieval de
Salvaleón. Como en otras muchas ocasiones se ofreció a llevarme y acompañarme
en la visita, cosa que agradezco enormemente, ya que no es la primera vez que
me he encontrado en serias dificultades en el monte al intentar visitar algunas
ruinas o ciertos parajes de extraordinaria belleza y aunque la idea que tengo
es que mis restos reposen algún día diseminados por la Cervigona o en la cima
de Jálama, creo que todavía ese momento no ha llegado.
Ese día nos levantamos temprano,
más que nada para evitar el calor sofocante de este verano pasado. Después de
tomar un café en Hoyos emprendimos la marcha hasta casi la frontera con
Portugal, desviándonos a pocos kilómetros de ésta a través de una pista
forestal que, carente de indicaciones, nos dejó a los pies del inmenso recinto
amurallado.
En un pequeño cartel explicativo
pudimos leer parte de la historia de esta ciudad, en el mismo se establecía su
fundación en la época medieval; sin embargo otros estudiosos como Gervasio Velo
Nieto consideran que dicho enclave fue fundado antes de la llegada de los romanos,
probablemente en tiempos de los vetones, y que ya en la época romana existía
allí la ciudad de Interamnia, la cual fue estipendaria de Mérida; contribuyendo
a la construcción del puente de Alcántara.
Con la Reconquista de estas tierras
se volvió a refundar, tal y como asegura Gervasio Velo, y se convirtió de nuevo
en una próspera ciudad, que con el paso de los siglos sería de nuevo abandonada
por la inseguridad que la frontera portuguesa ofrecía a sus habitantes.
Hoy en día tan sólo se puede
contemplar buena parte del recinto amurallado, de un ancho de 3 metros en
algunos de sus tramos, construido principalmente con grandes lajas de pizarra. La
extensión del mismo, varias hectáreas, da idea de la relevancia de dicha ciudad
y de la población que pudo llegar a albergar. En su interior se pueden
distinguir todavía algunas paredes de algunos edificios y en el exterior el
magnífico foso que sirvió de protección a sus moradores.
El silencio y las extraordinarias vistas de los montes de Portugal y del encuentro que se
produce en esa zona de los ríos Erjas y Basádiga culminaron una visita a uno de
los restos arqueológicos con más solera de nuestra Comarca.
La comarca de Sierra de Gata es espectacular, he pasado tiempo por ella y la recomiendo como lugar turístico y en el que perderse. Muy recomendable también como lugar para descansar con la familia. Enhorabuena por el blog!
ResponderEliminarGracias por el comentario y porque te haya gustado Sierra de Gata y mi blog
EliminarGracias por el comentario y porque te haya gustado Sierra de Gata y mi blog
EliminarLa comarca de Sierra de Gata es espectacular, he pasado tiempo por ella y la recomiendo como lugar turístico y en el que perderse. Muy recomendable también como lugar para descansar con la familia. Enhorabuena por el blog!
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