jueves, 25 de julio de 2024

KNOCK, KNOCKIN´ ON TREVEJO´S DOOR

Puertas, portalones, cancelas, portezuelas y un largo etc. nos sumergen en la forma de vida de las gentes que las concibieron para garantizarse su intimidad, su seguridad o simplemente para establecer una barrera física y mental con aquellos de los que se querían mantener alejados. 


Miradores, aldabas, bocallaves, bisagras, manillones y cerraduras forman parte de la decoración de este elemento esencial de las viviendas. Y un paseo por las calles centenarias embriagadas por el universo de la cultura mañega nos permite contemplar una amplia variedad de estilos y formas caprichosas de puertas de casas y boigas que en otro tiempo o cuando llega la época estival no cesan en un abrir y cerrar que las devuelve a su tradicional función de guardián de los secretos de aquellos que las mantienen con vida. 


A plena vista u ocultas bajo sólidos forjados construidos con maderas del castañar de O´Soitu algunas puertas mañegas reclaman nuestra atención. Nos llaman y nos quieren contar su historia; las historias, las leyendas de tiempos pasados que se vivieron entorno a ellas mientras sus bisagras crepitaban una y otra vez ante el trasiego de los moradores de las casas de las que fueron y son fieles guardianas.



Con humildad o demostrando su rancio abolengo todas ellas son un fiel reflejo de la sociedad que les dio vida y en ellas mismas quedó plasmado ese estatus social que antaño era necesario exteriorizar como advertencia de quiénes eran sus dueños. 




La tradicional gatera siempre presente en una de las hojas de esos guardianes de la intimidad para que el invitado felino de la familia cumpliese fielmente su función de obseso prosecutor de molestos roedores que serían expulsados y exterminados sin contemplación alguna.


Cierres arcaicos junto a milenarios símbolos incrustados alrededor de moles graníticas mañegas, arrancadas éstas al Batolito de Jálama y que fueron talladas por laboriosas manos de canteros, sostienen pesadas cancelas de maderas nobles serragatinas a lo largo y ancho de infinidad de calles mañegas.



Sin pretensión alguna esas guardianas de la intimidad forman parte de un entorno mágico y de una arquitectura mañega única que se ha sabido imponer a un modernismo casposo y sin gusto cuyas muestras son patentes en el resto de poblaciones serragatinas, salvo honrosas excepciones. 



Conservar el pasado, restaurarlo y adaptarlo al presente dice muchos de aquellos que lo llevaron y lo  llevan a cabo; ya que para ello se ha de estar concienciado, conocer su historia, valorarla y sobre todo querer transmitírselo a las generaciones futuras y a los que no son oriundos del país. 





Una puerta abierta en San Martín de Trevejo siempre es una invitación a profundizar en su cultura, en la forma de ser y de vivir de sus gentes; de aquellos que durante siglos, quizás milenios, domaron estas tierras y las transformaron para hacerlas habitables tal y como han llegado hasta nuestros días.



Otras permanecen cerradas, cumpliendo su función fiel de cancerberas de interiores majestuosos donde familias, antaño prominentes, conservan imponentes muestras del pasado histórico de Sierra de Gata.  


Con sus cierres tradicionales y respetuosamente conservados o recuperados los portalones de las boigas mañegas nos advierten de que ellos y sólo ellos son los que autorizan el paso a todos aquellos que quieran acceder a uno de los mayores tesoros del antaño San Martín de los Viñus.



Adornadas con una decoración vegetal muchas de ellas nos transmiten una sensación de bienestar, además de invitarnos a una vuelta no programada en el tiempo y que no siempre tiene porque ser física.





Y aunque muchas se nos muestren cerradas ante nuestra inconclusa visita ello no significa que nos quieran dar, como el dicho dice, "con la puerta en las narices"; si no todo lo contrario tan sólo quieren que admiremos una vez más antes de irnos su magnificencia y su rústica belleza.


jueves, 18 de julio de 2024

LA SIERRA CONTRA LA VORACIDAD DE LA NUEVA MINERIA

La sociedad serragatina se ha manifestado y sigue haciéndolo desde que se anunciaron los distintos proyectos mineros en contra de éstos. Muchas décadas han transcurrido desde aquellas rudimentarias explotaciones mineras de principios del siglo XX de las cuales aún quedan profundas cicatrices en el paisaje de Sierra de Gata; explotaciones mineras que fueron fruto de una época de guerras y de grandes necesidades y que esperemos no vuelvan a darse.
Con el paso del tiempo mucho ha ido cambiando la comarca y hoy en día sus pueblos y sus gentes luchan contra la despoblación ofreciendo al visitante un entorno medioambiental único y de gran valor que unos intereses espurios están dispuestos a dilapidar, basándose en unos supuestos principios pervertidos de un ecologismo de despacho fraguados en la denominada Agenda 2030 con la que muchos pretenden hacer unos negocios que les enriquezcan más de lo que lo son actualmente.  
El Litio parece ser que es la riqueza a administrar. Ese mineral que el ecologismo de despacho necesita para que la industria automovilística europea y española siga funcionando y pueda competir con la china y para que los llamados C.E.O. y todos esos directivos del mundo del automóvil puedan seguir disfrutando de sus prebendas y comprando a políticos casposos que buscan una salida rentable del mundo de la política el día que la dejen o los echen.
Al igual que ha sucedido en otras etapas de la historia de Extremadura y en diferentes sectores de su estructura económica nos encontramos con un servilismo de sus representantes públicos que favorece la visión colonial que el estado español tiene de Extremadura y de sus recursos naturales; ya que para el resto de España Extremadura no tiene más valor que la de ser una fuente inagotable de recursos que pueden ser esquilmados sin ninguna compensación a cambio.
La lucha se prevé larga y amarga pero no nos queda más remedio que dar la batalla, porque la única guerra que se pierde es la que no se pelea. Pero también porque se lo debemos a nuestros antepasados que tanto lucharon por su tierra; a nuestros descendientes a los que les hemos inculcado unos principios entre los que se encuentran la defensa de su tierra, como ya hizo nuestro antepasado Viriato contra aquellos depredadores romanos que arribaron a la Lusitania para esquilmar sus recursos; pero también nos lo debemos a nosotros mismos, porque jamás nos perdonaríamos que unos delincuentes de guante blanco y negro nos usurpasen de nuevo nuestros bienes y destruyesen nuestro patrimonio.   


MUESTRAS DE LA OPOSICIÓN CIVIL
DE LA SOCIEDAD ACEBANA
A LOS PROYECTOS MINEROS
EN SIERRA DE GATA














 

viernes, 24 de mayo de 2024

ALTAR VOTIVO DEDICADO AL DIOS INDÍGENA ARENTIAE EN CILLEROS

Una vez más tengo que darle las gracias a mi amigo Luis Ramajo por haberme enseñado otro de los tesoros de su pueblo, Cilleros. En esta ocasión me mostró un altar votivo que sirve de sillar en una pequeña construcción a las afueras de este pueblo serrano.


No me voy a extender en su descripción, ni quiero tampoco aburriros con análisis y teorías históricas sobre el origen de este altar y la deidad a la que está dedicado; ya que todo ello se encuentra en el estudio que Luis Ramajo publicó junto con Juan Carlos Olivares hace unos años y del que os dejo en este blog el siguiente enlace para el que lo quiera consultar.





Mi sueño no deja de ser que algún día todas estas piezas arqueológicas, que se encuentran dispersas por diferentes poblaciones de nuestra comarca, se puedan contemplar todas ellas juntas en algún pequeño museo arqueológico o centro de interpretación que se construya en la sierra. Mientras tanto aprovecharemos a observarlas en su medio natural.

LOS CHOZOS DE CILLEROS

Cual pequeñas protuberancias surgidas en la piel de la Madre Tierra estas arcaicas, austeras y robustas moradas que de vez en cuando el paseante se encuentra por el agro cillerano nos evocan, si cabe aún más en estas fechas de Cuaresma, un pasado remoto, virginal y pagano enraizado en nuestra génesis cultural atlántica. Los chozos, chajurdones, zahurdas, bujíos y un sin fin de denominaciones más fueron durante siglos, quizás milenios, la única morada digna que muchos de nuestros antepasados pudieron tener en este salvaje e indómito territorio que ha sido y es Sierra de Gata.





Cilleros con su serranía a uno y otro lado de su territorio guarda en ella un tesoro arquitectónico que demuestra una vez más aquel dicho que asegura que de la necesidad se puede hacer virtud. Estas construcciones aisladas en un enclave pétreo perfectamente domado para satisfacer las necesidades humanas nos enseñan como el aprovechamiento de los recursos del entorno y el respeto por el medio natural es una fuente duradera de bienestar y equilibrio para un ser humana que en los últimos tiempos ha decidido abandonar esos principios que habían prevalecido desde el principio de los tiempos de la humanidad.


PRADO CASTAÑO Y LOS DÓLMENES DE HERNÁN PÉREZ

Prado Castaño es un enclave arqueológico de primer nivel en el norte de Extremadura, en él se encuentra una concentración bastante inusual de dólmenes que no se da en otras zonas de Sierra de Gata y que para observar otra similar en la provincia de Cáceres ya nos tendríamos que acercar a la vecina Valencia de Alcántara.




Esta pequeña pradera poblada de árboles autóctonos serragatinos es un enclave arqueológico que sigue en plena investigación y prueba de ello es que recientemente se ha localizado un dolmen nuevo que está siendo objeto de investigación y análisis.


Actualmente se ha acometido en dos de estos dólmenes un proceso de restauración y de acondicionamiento con la finalidad de que sean más visibles para los visitantes y puedan ser mejor comprendidos.