martes, 8 de marzo de 2016

ISIDORO MELLADO, EL MARCO POLO CORIANO


Que los extremeños nos crecemos ante las dificultades no es nuevo; que somos capaces de superar los retos más difíciles, lo dice la historia de la humanidad. Entre ese grupo de extremeños que han escrito la historia de España y del ser humano cabría incluir a nuestro paisano de Coria, Isidoro Mellado, quien en un arrebato de coraje se cogió su bicicleta y se fue a ver mundo.
                La noticia la dio por primera vez Televisión Española en un pequeño reportaje de unos minutos que pasó desapercibido para mucha gente. En el mismo se relataba las tribulaciones de este coriano, que a la manera de Marco Polo, o de Willy Fog, se recorrió, durante ocho años, la inmensidad del globo terráqueo; como lo demuestran sus cinco cuadernos de bitácora aún conservados por sus familiares más cercanos, los cuales residen en la actualidad en Coria.


                Hoy en día esa hazaña nos puede parecer baladí pero en la década de los años veinte del siglo pasado tan sólo las realizaban aquellas personas que habían heredado el espíritu de los viajeros y expedicionarios europeos de finales del siglo XIX.
                Pasó por la India, llegó al Japón desde la mítica Catai, desde allí se dio el salto a Hispanoamérica; dónde compartió viaje con una amiga que tenía la misma afición que él. De todo ese periplo volvió experto en idiomas y plantas medicinales.               


LAUREANO GARCÍA CAMISÓN Y DOMÍNGUEZ, EL MÉDICO DE ALFONSO XII



El Dr. Laureano García Camisón y Domínguez nació el 7 de marzo de 1836 en Villanueva de la Sierra, en el seno de una familia aburguesada. Desde muy joven le atrajeron los temas relacionados con la salud; interés éste transmitido por su padre y su abuelo que eran boticarios. Sus estudios elementales los cursó en su localidad de origen hasta que se trasladó a Cáceres para comenzar los estudios de secundaria. Su primer contacto con la Universidad fue en la facultad de filosofía y letras de Salamanca donde obtuvo el título de bachiller el 31 de mayo de 1855. Posteriormente se trasladó Madrid para estudiar medicina en la Universidad Central.
                La carrera de medicina la cursó con tal brillantez que el título de licenciado le fue concedido gratis como premio extraordinario y con la calificación de sobresaliente en todas las asignaturas de la carrera.
                En 1862 entró, por oposición, como médico-cirujano en el Real Patrimonio; ese mismo año hizo oposición a una plaza en San Juan de Dios y en el Hospital General. A los pocos meses obtuvo el título de doctor y fue elegido académico de  Médico-Quirúrgica.
                El 4 de abril de 1862 ingresó en el Cuerpo de Sanidad Militar, desde esa fecha prestó importantes servicios médico-militares, ascendiendo en 1875 a subinspector, y en 1878 a médico mayor, por antigüedad.
                Durante la guerra civil del siglo XIX tomó parte, entre otras acciones, en la de San Pedro Abanto y el levantamiento del bloqueo de Pamplona, pasando desde ese momento al Cuartel Real.
                En 1873 y 1875 fue comisionado por el Gobierno para estudiar los progresos de la cirugía en Viena y París; dos años después recibió el encargo de explicar los Estudios de Cirugía Militar y Clínica Quirúrgica.
                El 27 de octubre de 1879 fue nombrado médico de cámara del Rey Alfonso XII, seis años más tarde, sustituyendo al Marqués de San Gregorio, fue nombrado médico primero de la Real Cámara.
                Poseía la Gran Cruz de Isabel la Católica, la Gran Cruz del Mérito Naval Blanca, la Gran Cruz Blanca del Mérito Militar, la del Cristo de Portugal y la de San Miguel de Baviera y las medallas de Alfonso XII, con el pasador de Pamplona; guerra civil con el pasador de Cartagena y Bilbao, con el pasador de San Pedro Abanto y Galdames.
                Fue académico de la Real de Medicina y uno de los más prestigiosos cirujanos de su época. Monárquico militante, mantuvo una estrecha amistad con el Rey Alfonso XII; asistiendo a éste en su última enfermedad. En política militó en el Partido Conservador, sentándose en diez ocasiones en el Congreso, siendo elegido en todas ellas por el distrito de Hoyos y de Coria.
                Amasó una gran fortuna durante sus años de trabajo que invirtió en un extenso patrimonio inmobiliario y rústico en la ciudad de Coria. Según el profesor Sánchez Marroyo al Doctor Camisón sus propiedades rústicas le hicieron figurar durante mucho tiempo en un lugar destacado de la oligarquía agraria cacereña, más concretamente el nº 14 en el año 1901.
                Su Fallecimiento tuvo lugar el 7 de noviembre de 1910 en su casa de la calle de la Reina nº 27 de Madrid.

MARCELINO GUERRA HONTIVEROS, HISTORIADOR OFICIAL DE GATA



Muy poco sabemos de Marcelino Guerra Hontiveros y ello a pesar de que era nieto de Don Pedro Hontiveros y Aparicio que fue Senador del Reino en varias ocasiones y quien organizó a la milicia de Gata para hacer frente a los franceses desde Cuidad Rodrigo; sitio defendido hasta la extenuación por el Gobernador de Ciudad Rodrigo, D. Andrés Pérez de Herrasti.
                D. Marcelino Guerra Hontiveros es el demiurgo de las obras literarias sobre las poblaciones de nuestra comarca. Su libro Apuntes Históricos acerca de la Villa de Gata publicado en Salamanca en 1897 es una obra literaria que en su simpleza explica perfectamente la historia y las costumbres de la Villa de Gata. Este libro con el tiempo se ha convertido en el guión seguido por el resto de las obras de poblaciones de Sierra de Gata que han aparecido en épocas actuales; por ello D. Marcelino Guerra Hontiveros fue un innovador y un intelectual preocupado por el pasado y la historia de su tierra.

Pero además D. Marcelino cultivó otros campos literarios como se encargó de recoger el periódico La Ilustración Española y Americana el 8 de marzo de 1888, entre cuyas páginas se anunciaba la publicación de un libro de poesías de nuestro paisano titulado Colección de Coplas, que fue vendido en Coria en el establecimiento de la señora Montero en la plaza mayor nº 4.

SIXTO LÓPEZ LÓPEZ, UNO MÁS DE LA SAGA DE JURISTAS VALVERDEÑOS


Sixto López López nació en Valverde del Fresno el 7 de Julio de 1917. Sixto fue el segundo hijo de Alfonsa y Juan (un acaudalado comerciante de ascendencia portuguesa), pasó los primeros años de su infancia en su pueblo natal. Hablaba “A Fala” o Valverdeiro como la mayor parte de sus vecinos. Con nueve años ingresó interno en el Colegio Salesiano de Salamanca donde completó sus estudios escolares con excelentes calificaciones. En esta época desarrolló su cariño por la figura de Don Bosco, que le perseguiría durante el resto de su vida. Acabada la etapa escolar, y motivado en parte por su primo el fiscal Santiago Chamorro Piñero, continuó sus estudios universitarios en la capital salmantina donde se matriculó en Derecho. Durante la guerra civil interrumpió sus estudios universitarios.
Durante la guerra contrajo una grave neumonía las secuelas de esta enfermedad le acompañaron el resto de su vida y terminaron derivando en una enfermedad pulmonar obstructiva. Medina era considerada zona de retaguardia, por lo que la experiencia bélica fue relativamente tranquila; sin embargo la guerra, como para casi todas las familias españolas, trajo desgarradoras consecuencias para los suyos y por parte de ambos bandos: Su tío Casto Prieto, alcalde de Salamanca en la República, fue detenido y fusilado por las tropas "nacionales" y, el hermano de su cuñado, Teodoro Pascual Cordero, diputado de la CEDA, era asesinado en Madrid a manos de las milicias republicanas.

Al acabar la contienda se reincorporó a los estudios jurídicos y en tan solo un año aprobó los dos cursos de estudios que le restaban. Acabada la carrera se desplazó a Madrid para preparar oposiciones de Notaría, pero, apenas 15 meses después de iniciar las oposiciones, y con intención de tomar práctica en las pruebas de acceso, se presentó a los exámenes de judicatura, aprobando, para su sorpresa y con excelente nota, en el primer intento. La posibilidad de independizarse económicamente, el prestigio del cargo y la fascinación profesional por el ejercicio directo del Derecho, lo abocaron a aceptar el cargo y asumir con ganas y entrega el ejercicio de la tarea jurisdiccional. Su primer destino fue Jarandilla de la Vega, donde se incorporó con apenas 28 años y experimentó personalmente las incursiones guerrilleras del Maquisard.
Sixto contrajo matrimonio en Madrid el 25 de Mayo de 1953 con María Matilde Gutiérrez Robles, (Badajoz, 1933) con quien tuvo 4 hijos: María Teresa (Coria, 1954), Juan Sixto (Coria, 1955), María Matilde (Salamanca, 1961) y José Miguel (Coria, 1963). Además de su carrera judicial, Sixto fue un gran aficionado a la genealogía y al estudio de la Geografía e Historia de la Península Ibérica.
En su larga carrera judicial, de más de 40 años, paso por todos los escalafones, desde Juez de Instrucción y Primera Instancia, hasta Presidente de varias Salas de la Audiencia Territorial de Madrid. Intervino en muchos procedimientos de gran impacto mediático para la época como el Caso Sofico, el encarcelamiento de Eleuterio Sánchez El Lute, el recurso de la sentencia de legalización del Partido Comunista de España (Donde su voto dirimente como Presidente de Sala fue decisivo), supervisión del proceso electoral de 1977, la legalización de Herri Batasuna en 1985, su intervención en el Caso Nani o el procesamiento del Gobernador Civil de Cáceres que le costó un fulminante e inopinado traslado forzoso de Salamanca (Donde vivía en el mismo inmueble que Carmen Laforet) a Barcelona en un momento complicado para sus circunstancias personales y familiares.
            Antes de su jubilación Sixto obtuvo el reconocimiento formal a su brillante y larga carrera por parte del  Ministerio de Justicia al serle otorgada la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort.
Los diez últimos años de su vida los pasó acompañado de una mascarilla y una botella de oxígeno sin perder nunca su simpatía, buen humor, ganas de viajar y persistencia en el trabajo. Su jubilación se produjo en 1986, si bien, la falta de Magistrados y el alto número de asuntos por resolver lo mantuvieron en su cargo de manera excepcional hasta poco antes de su muerte. Durante esos años se vio obligado a alternar su quehacer con frecuentes ingresos hospitalarios. Sixto López falleció sin sufrimiento en Madrid, en la madrugada del 2 de mayo de 1991 a la edad de 74 años.

JUAN ACEDO RICO, CONDE DE LA CAÑADA


La familia Godínez de Paz se extendió desde Villamiel por toda Sierra de Gata. Una rama de esa familia se estableció en Acebo donde era poseedora de un molino por concesión del Duque de Alba.
                La familia que regentaba el molino en nombre de los Godínez de Paz tuvo un hijo con un gran potencial intelectual, sus padres hicieron todos los esfuerzos para que el chico se hiciese cura. A este cura, hijo de molinero, le salió un sobrino igual de inteligente que él; pero que no quería hacerse sacerdote.
El joven sobrino del cura estudió sus primeros años en el Convento de Acebo; luego se marchó a la Universidad de Salamanca donde le protegió el villamelano José de Jerez, catedrático de dicha Universidad.
                Había nacido en Acebo en 1760 y su nombre era Juan Acedo Rico. Formó parte de los manteístas, los universitarios pobres que se enfrentaban a los colegiales universitarios de origen noble formados en los colegios mayores.
                Cuando terminó los estudios universitarios, Juan Acedo Rico, pasó a formar parte de los golillas, partido político del Conde de Floridablanca.
                Fue nombrado abogado del Consejo de Castilla. Sus escritos alcanzaron muy pronto fama por su rigor jurídico: Apuntamientos prácticos para todos los trámites de los juicios civiles, así ordinarios como extraordinarios, que se empiezan, continúan, y acaban en los tribunales reales. Observaciones prácticas sobre los recursos de fuerza: modo y forma de introducirlos, continuarlos y determinarlos en los tribunales reales superiores. Aunque el que le consagró fue: Exposición de un breve, en el cual el Papa Pío VI concedió a Carlos III y sus sucesores facultad de percibir algunas rentas eclesiásticas para emplearlas en los piadosos fines de S.M. Con este estudio se legalizaba el que la Corona se podía quedar con la tercera parte de las rentas de todas las capellanías incongruas del país. La Corona le premió con el título de Conde de la Cañada en 1789.
                Se casó con una Amat, familia de rancio abolengo, y unió sus dos apellidos Juan Acedo-Rico y Rodríguez. Cuando el Conde de Floridablanca cayó en desgracia él también perdió sus privilegios. Volvió a Acebo y se construyó un caserón que todavía se encuentra en pie. En 1816 nació su hijo Rafael, segundo Conde de la cañada y teniente General. El primer Conde de la Cañada murió en Madrid en 1821.


sábado, 5 de marzo de 2016

Fray José Pedro Panto, Un Franciscano Valverdeiro en las Misiones Californianas




Fray José Pedro Panto nació en la villa fronteriza de Valverde del Fresno en el año 1778. La gran presencia e influencia de la Orden Franciscana en Sierra de Gata, comarca en la que tenían numerosos conventos (San Martín de Trevejo, Hoyos, Acebo, Gata, Descargamaría) favoreció el que un joven  Fray Pedro Panto se adhiriese a dicha Orden religiosa, muy posiblemente desde el convento de San Miguel ubicado en San Martín de Trevejo y que por aquel entonces pertenecía a la demarcación provincial del mismo nombre (S. Miguel); encontrándose adscrito a la Diócesis salmantina de Ciudad Rodrigo. Con el tiempo se convirtió en Misionero de la Orden Franciscana y al igual que muchos religiosos serranos partió para América siguiendo muy de cerca los pasos de Fray Junípero Serra.
El 2 de junio de 1803, Panto arribó al Real Hospicio de Misioneros de Indias en  El Puerto de Santa María (actualmente Convento de Santo Domingo), lugar donde los religiosos se hospedaban antes de partir para el continente americano. Acompañado de Fray Gerónimo Boscana, con quien le uniría una estrecha amistad hasta el día de su muerte, se embarcó en el puerto de Cádiz el 18 de julio de 1803. Viajó en la embarcación "Nuestra Señora del Pilar", también conocida como "La Fortuna" siendo su capitán D. Pedro Ignacio de Estillarte. Arribaron al puerto mexicano de Vera Cruz el 24 de octubre. Por aquellas fechas la ciudad portuaria sufría una epidemia de "vómito negro" por lo que, a pesar de encontrarse extenuados por el duro viaje, los viajeros abandonaron la ciudad mexicana de inmediato. Tras un viaje plagado de incidentes y después de tres jornadas llegaron a la capital, México.
Una vez en la capital mexicana se incorporó en 1803 al Colegio de San Fernando (sede principal de la Orden Franciscana en la capital mexicana). Siete años más tarde partiría hacia tierras de California con el objeto de ayudar a las tareas de colonización y evangelización iniciadas por Fray Junípero pocos años antes y alentadas políticamente desde España durante el reinado de Carlos III. Existen documentos sobre la solicitud y posterior autorización realizada en 1809 por Fray Agustín Garijo (Guardián del Colegio de San Fernando) al Virrey y al Arzobispo de México para enviar a Panto y a fray Marcelino Marguínez a Nueva California. Su destino definitivo queda confirmado en la carta enviada por Fray José Antonio Uría desde la capital de México a José de la Guerra en Tepic el 14 de Noviembre de 1809. Su llegada a San Diego en California se produjo el 28 de Julio de 1810, cuando se incorporó a la Misión de San Diego de Alcalá como ayudante del Prior Fray Pedro Pascual Oliva. Entre sus tareas conocidas destacó la de construir un nuevo canal y acequia de suministro de agua para la misión (del que todavía quedan algunos vestigios arqueológicos). Así mismo se le encomendó la tarea de la reconstrucción del edificio principal de la Misión, arruinado como consecuencia del terremoto de 1803.
La relación con los “indios Dieguinos” o "Kumeyaay" habitantes de la zona era pacífica; aunque se mantenían ciertas reservas fruto de los continuos y violentos altercados que se habían mantenido pocos años atrás. Igualmente las relaciones de los misioneros con las autoridades civiles, según se desprende de las cartas del propio Panto, también dejaban bastante que desear.
Una tarde de noviembre de 1811 Panto sufrió vómitos después de la cena. Su sopa había sido envenenada por el cocinero, el indio Nazario, con una planta llamada cuchasquelaai, también conocida como “Escoba Amarga”. Esta planta es bastante común en Sierra de Gata y muy posiblemente Fray Panto la conociese; aunque es bastante probable que desconociese sus efectos tóxicos. Tras seis meses de larga agonía Fray Panto fallecía al fin el 30 de junio de 1812. En su acta de defunción, levantada por su inseparable amigo Fray Gerónimo Boscana, con la asistencia de Fray Tomás de Ahumada, consta que falleció a las 7 de la noche y que "no pudo recibir el Viático" debido a sus continuos vómitos. El entierro se celebró el 2 de julio; mientras que el funeral lo ofició Fray Jerónimo Boscana.
Parece ser que entre las motivaciones que llevaron al indio Nazario a asesinar a Fray Panto se encuentra el duro castigo al que este sacerdote sometió al indígena, 100 latigazos. El nombre de Fray Pedro figura actualmente en una lápida bajo el altar mayor de la Misión de San Diego de Alcalá junto al de otros mártires de la colonización de California.

El envenenamiento, muerte y procedimiento judicial en relación a este suceso lo convierten en el primer hecho criminal con resultado de muerte investigado y resuelto de la ciudad de San Diego.

FELIPE CAMISÓN ASENSIO



Nació en la localidad de Torre de don Miguel el 20 de junio de 1929; después de sus estudios de bachillerato aprobó el ingreso en la Escuela Superior de Ingenieros Agrónomos de Madrid. Al igual que otros muchos estudiantes de Sierra de Gata, que salieron de nuestra región para formarse intelectualmente, consiguió licenciarse de forma brillante.
                Nada más finalizar sus estudios universitarios, en lugar de permanecer en España, decide formarse a nivel internacional y para ello se traslada a trabajar y a estudiar a países como USA o Rusia, pasando por América Central, Italia, Holanda, Bélgica y Grecia.
                Con el paso de los años y debido a su sólida formación y experiencia regresa a España siendo nombrado Ingeniero Jefe del I.R.Y.D.A. (Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario)  y posteriormente ingeniero-jefe del Servicio de Colonización del Ministerio de Agricultura. Gracias a él y a su interés por nuestra Tierra y en especial por la Comarca de Sierra de Gata fue posible que se ejecutasen las grandes obras que transformaron en regadío amplias tierras de nuestra Comarca y que se establecieran las primeras poblaciones de colonización del Rosarito, Borbollón, Gabriel y Galán, etc.
                Desde 1971 hasta 1979 fue nombrado presidente de la Diputación Provincial de Cáceres. Entre sus grandes logros, desde ese cargo, cabe citar la creación del Colegio Universitario de Cáceres. Además desde la Diputación se preocupó de la potenciación de la vivienda, la mejora de los caminos y carreteras, también realizó una labor de mecenazgo cultural que reavivó el sentimiento cultural de la provincia, largamente aletargado.
                Ideológicamente militó en las filas de la UCD y en las del Partido Popular; partido este último por el que fue Eurodiputado  desde el año 1995 hasta el año 2004.
                Don Felipe Camisón Asensio finalmente falleció el 31 de mayo de 2009, con él se fue una de las personas que más ha hecho por la provincia de Cáceres y en especial por el desarrollo y la integración económica y social de Sierra de Gata en el contexto de extremeño.