viernes, 6 de junio de 2025

CASA LAURA, UN ENTRAÑABLE RESTAURANTE SERRAGATINO PARA DESCUBRIR EN VALVERDE DEL FRESNO

Con un Goxua vasco como colofón este mes de enero pude disfrutar de una extraordinaria comida en casa Laura, un restaurante que ya lleva sus añitos en Valverde del Fresno y que ha sabido colocar en el mapa gastronómico extremeño a esta localidad serragatina. Fue uno de los restaurantes pioneros que abrieron en esta localidad y que ha sabido navegar a través de las duras aguas que nos tocaron vivir durante la pandemia. 
No pude dejar pasar la oportunidad de degustar su magnífico bacalao al horno, que como era de esperar me sumergió en esa cocina de fusión que se da en esta localidad de frontera donde el mundo hispano-luso es bastante difuso. 












REPTILES ACEBANOS

No es necesario alejarse mucho del casco urbano de Acebo, uno de los 158 pueblos de España según un informe del Banco de España que corren el riesgo de desaparecer, para poder contemplar a una inmensa fauna de reptiles de la más diversas clases. Lagartos ocelados, culebras bastardas, lagartijas ibéricas, colilarga, colirroja, carbonell y serranas, culebras de herradura, víboras, culebra cogulla, culebra de collar. Aquí os dejo una muy pequeña muestra de algunos reptilianos acebanos que me encontré este verano.






































 

miércoles, 28 de mayo de 2025

LOS AGUACATES DE ACEBO

 Hace unos años me decidí a plantar un aguacate en el huerto que heredé de mi padre en la zona de Acebo conocida por el nombre de Arranseco, junto al río Lágina, Cail o Carrobispo como lo conocemos los acebanos.

Después de nueve años plantado el primer aguacate puedo presumir este año de la primera floración que le he observado y que espero, deseo y ambiciono finalice con un perfecta polinización de esas flores hermafroditas, que a una hora del día son masculinas y que llegado el atardecer se transforman en femeninas. La variedad que planté inicialmente fue la Hass y es ésta la que ha florecido este año, posteriormente he plantado otros tres más, uno de ellos de la variedad Bacon; ya que me aconsejaron en los diversos foros de internet que era la mejor forma de que se produjese un polinización perfecta.














No soy un experto agricultor, ni tan siquiera vivo en Acebo pero tengo un sentimiento muy arraigado de pertenencia a la tierra que me fue inoculado cuando en verano pasaba largas temporadas en la huerta de mi abuelo acompañado de éste, quien me explicaba los entresijos de la siembra y de la cosecha. Aquella huerta quedó sumergida por el pantano que decidieron construir en una de las zonas más bellas de Acebo y que nadie impidió; y yo, además, me vi obligado a crecer y a educarme a cientos de kilómetros de Acebo; pero algo surge en mí cada dos meses aproximadamente, es una llamada desde las cumbres de Jálama que me hace retornar a Acebo para visitar sus intrincadas calles o para conservar un trozo de terruño poblado de naranjos, y ahora de aguacates; evitando en la medida de mis posibilidades que el despoblamiento y el abandono borre una memoria colectiva y millones de horas de trabajo de todos mis antepasados.




miércoles, 23 de abril de 2025

LA FUENTE ROMANA DE PEÑAPARDA

 

Aunque en este blog siempre trato la vertiente extremeña de Sierra de Gata en esta ocasión me he decidido a traer a este cuaderno de bitácora un elemento de uso civil de la localidad salmantina de Peñaparda que hemos heredado de la época romana. Es una pequeña fuente pública que se encuentra a las afueras de la localidad, cerca de la carretera que conduce a Valverde del Fresno y a Navasfrías.
Por estas tierras está demostrado que hubo asentamientos vetones y romanos y fruto de esos asentamientos puede que sea el origen de esta peculiar fuente pública, que numerosos eruditos y estudiosos de esta comarca salmantina atribuyen a una población que fue romanizada durante siglos.








Yo desde mi humilde opinión creo que dicha fuente tiene un origen mucho más reciente, aunque no discuto que ese manantial ya se utilizase en épocas remotas; pero desde luego los sillares de granito que le dan forma no guardan una relación estrecha con la forma de laborarlos que tenían los canteros romanos. Más bien parecen proceder de otro inmueble que debió existir en la villa como pudo ser el demolido castillo o atalaya que las crónicas antiguas citan a menudo.




Sea como fuere la visita a dicha localidad para apreciar esta obra de ingeniería civil merece la pena, yo al menos opino así y máxime cuando el día me despidió con un bello eclipse que pude contemplar desde la carretera que desciende por el Puerto de Perales.