sábado, 8 de octubre de 2016

ACEBO, el origen de sus edificios en piedra

La deforestación provocada por la tala del arbolado de Acebo, que se ha llevado a cabo a raíz del incendio que tuvo lugar hace dos años en esta villa serragatina, ha sacado a la luz infinidad de restos de actividad humana que la naturaleza llevaba décadas ocultando a los ojos del ser humano.
En la zona que circunda a la Osa han aparecido diversas concentraciones graníticas en las que se pueden apreciar las perforaciones que hicieron los canteros o picapedreros; quienes mediante inmensas palancas y cuñas de hierro arrancaban de esas moles berroqueñas los magníficos sillares de granito que posteriormente, convenientemente trabajados, decorarían las fachadas y paredes de los nobles edificios de la localidad.  







PERALES DEL PUERTO, refugio de escritores

Este mes de septiembre tuve la oportunidad de hacer una pequeña parada en Perales del Puerto, durante uno de mis múltiples viajes a Acebo, y al mismo tiempo pasar un buen rato con mi amigo Manuel Ramos Susaño.  
La charla con Manuel fue muy enriquecedora, como en otras muchas ocasiones, sobre todo porque me puso al día del proyecto literario que tiene entre manos.
Sin duda Perales del Puerto, no sé muy bien si por ser una vía obligada de paso para todos aquellos que vienen desde Castilla y León o desde Portugal, se ha convertido en la localidad de Sierra de Gata de donde mayor número de escritores serragatinos han surgido: Manuel Vaz-Romero, Gervasio Velo Nieto, Jesús Moreno Ramos, Juan José Velo Nieto "Veliso" y Victoriano Pascual de Sande.
De este último he tenido la inmensa fortuna de que mi amigo Manuel me regalase un ejemplar de un libro único, materialmente imposible de conseguir. "Emociones Médicas, escenas de la vida médico-rural" es un libro único en Sierra de Gata y en buena parte de Extremadura y en él su autor, Victoriano Pascual de Sande, recoge una amplia variedad de anécdotas que vivió este médico rural, oriundo de Perales del Puerto, en esa pequeña villa alto-extremeña y que ha visto pasar tantas etapas de la historia de Extremadura por su término municipal.




lunes, 29 de agosto de 2016

A VUELTAS CON EL WOLFRAMIO DE SIERRA DE GATA

Caspian Holdings Plc es fundamentalmente una multinacional británica que se dedica a la  explotación petrolífera en la zonas de Kazajastán, así como a la prospección y localización de yacimientos petrolíferos y de gas en las antiguas repúblicas caucásicas. Recientemente ha  ampliado su campo de actuación a Estados Unidos y además ha incluido entre sus líneas de negocio todo lo relativo a materiales básicos, incluyendo la minería.
Entre sus proyectos figura el denominado La Parrilla en Extremadura,  que se centra en tres concesiones mineras que cubren 1.000 hectáreas actualmente propiedad de Arypex S.l., una empresa privada perteneciente a la familia Bonilla; la cual tiene el derecho de explotación hasta el año 2068 de unas minas de wolframio en Almoharín. La licencia correspondiente y el tamaño de cada concesión es la siguiente:
Adelaida nº 7766: 80ha
Victoria nº 7768: 734ha
La Parrilla nº 7768-B: 186ha
Los responsables de la empresa esperan que la explotación de dicha concesión sea rentable en 12 meses, pudiendo dar empleo a 50 personas; además se cree que puede producir unos 36 millones de toneladas.
Históricamente cada vez que se reanudan las explotaciones de wolframio en España es debido a que existe, o se prevé, una carencia  de ese mineral en el mercado internacional; como sucedió durante la primera década del siglo pasado, o durante la segunda guerra mundial, o en el transcurso de la guerra de Corea y como ahora parece predecir Goldman Sachs. Quien prevé una futura carestía de este mineral, por la fuerte demanda de China, que actualmente produce el 75% de este mineral.
No sería descabellado, por tanto, que algún día viésemos algo parecido en Sierra de Gata; pues ya hay otra empresa interesada en reiniciar la explotación de otra antigua mina en Salamanca.
Sierra de Gata ha sido una zona históricamente productora de wolframio; ya durante la Primera Guerra Mundial se explotaron, que se sepa, una mina en el Jocino en Acebo y otra en la ladera norte de Jálama conocida por el nombre de Blanquita. La cuál era propiedad de un tal Julio Beltrant; a quien los vecinos de El Payo le hicieron todo tipo de trampas y extracciones ilegales en su concesión, lo que le llevó a la ruina. Posteriormente con la llegada de la Segunda Guerra Mundial y ante el bloqueo aliado del Océano Atlántico y la imposibilidad de los alemanes de acceder a los mercados iberoameriacanos y asiáticos de wolframio, éstos pusieron sus ojos en los yacimientos peninsulares; convirtiéndose, tanto Portugal como España en sus principales suministradores de este mineral estratégico.




Esta fuerte demanda de este mineral estratégico le generó al gobierno de Franco infinidad de quebraderos de cabeza para poder mantener su statu-quo entre los aliados y los nazis. Unos les proporcionaban alimentos y materias primas; y los otros divisas, productos químicos y herramientas. Y como moneda de cambio el Régimen utilizaba el suministro de wolframio a unos y a otros.
Esa necesidad de ese material por parte de los nazis y las compras estratégicas del mismo por parte de los aliados para evitar que lo adquiriesen los teutones, fue lo que provocó que el precio de este mineral se elevase hasta niveles hasta entonces nunca vistos. Ello enriqueció a infinidad de personas, tanto del stablishment franquista, como de aquéllas que trabajaron a pie de las minas.
Esa entrada masiva de dinero dio lugar a actos de picaresca como el de untar cualquier tipo de piedra con aceite y luego quemarla en el fuego para que aparentase ser wolframio. Los alemanes estimaron, una vez finalizada la guerra, que de todo el wolframio comprado tan sólo un 38% por ciento de éste era realmente wolframio. Los aliados lo compraban en ingentes cantidades que luego tiraban en alta mar; pues desconocían los 15000 tipos de aplicaciones para el que lo usaban los nazis. Además ese aumento de la masa monetaria local provocó un incremento de los precios en los productos básicos, inflación, en la mayor parte de los municipios. También se incrementaron los casos de corrupción, juego ilegal, alcoholismo, etc.
Dº Luis Camisón, antiguo farmacéutico de Torre de Don Miguel, recuerda que siendo niño veía como los mineros llegaban de la mina de trabajar, y después de haberse emborrachado en las tabernas de Torre, hacían ostentación del dinero ganado ese día. Y pudo observar también como algunos de ellos se encendían los puros comprados en el estanco con billetes de 5oo pts.
En otros casos nos relata Vicente Calderita, antiguo profesor del colegio de Acebo, como algún profesor de ese centro estuvo a punto de ser expedientado por un Inspector de Educación por haberse ido con sus alumnos a las minas de Jálama a buscar wolframio; ya que al ser su salario de maestro insuficiente se veía en la necesidad de complementarlo con el dinero obtenido en su oficio de minero.
Quizás por ello ese sabio coplero que fue Emiliano Martín Susaño, El Ciego de Perales, les recitaba a esos mineros una copla para que reflexionasen sobre ese maná que les había llegado y que seguramente, más tarde o temprano, llegaría a su fin, esta decía así:
Allá, en la Sierra de Gata,/ y en casi todos los pueblos,/Por cada kilo que sacan/le dan catorce durejos,/(así el que saca cien/¿Cuánto gana, compañero?)/ Minerito, minerito/Te voy a dar un consejo:/(que ni en vino ni en “coñá”/malgastéis vuestro dinero)/ Compra una casa y un huerto,/ o un olivar, por lo menos,/ (y, aunque la mina se acabe,/siempre podrás ir viviendo)/ Bendita Sierra de Gata,/ bendito sea nuestro suelo,/(benditos sean los hombres/ que en dicha sierra nacieron)/ Minerito, minerito…..
Las minas de wolframio de Sierra de Gata se dejaron de trabajar a mediados de la década de los años cincuenta del siglo pasado, permaneciendo en ese estado desde entonces; aunque han sido objeto de estudio en sucesivas ocasiones para ver la viabilidad de reiniciar su explotación con nuevos métodos, descartándose siempre esta idea por diferentes motivos.    
¿Qué nos queda de ese pasado minero en la Sierra? Pues aparte de infinidad de minas abandonadas en las que se dejaron la salud y juventud infinidad de nuestros antepasados, también quedan interesantes vestigios de arquitectura industrial, como el que existe en Perales del Puerto. Otros municipios de la vertiente salmantina de Sierra de Gata, como es el caso de Navasfrías, se han adherido al proyecto Mineral 2.0, Municipios Mineros de España. Esta localidad salmantina y vecina de la Sierra de Gata extremeña  presentó su pasado minero en la escuela de minas de Madrid en noviembre de 2010.
Este proyecto minero, Mineral 2.o, al que se deberían adherir todos aquellos municipios mineros de Sierra de Gata que tuvieron un papel destacado dentro de la minería nacional (Acebo, Villanueva de la Sierra, Torre de don Miguel, Gata, Perales del Puerto, Villamiel, Eljas, San Martín de Trevejo, Valverde del Fresno, etc) intenta poner en valor el pasado minero de los municipios y conservar aquéllas instalaciones que aún existen.


martes, 23 de agosto de 2016

LA ALCALDESA DE MADRID, MANUELA CARMENA, VISITA ACEBO

La Alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, visita Acebo y se interesa por su patrimonio arquitectónico y por la artesanía del encaje de bolillos.


Durante su visita no ha dudado en charlar con los vecinos de la localidad y en posar en las fotografías que muchos de éstos se han querido hacer con ella. 



domingo, 7 de agosto de 2016

PRIMER ENCUENTRO DE ENCAJERAS DE ACEBO



Las imágenes hablan por sí mismas de un encuentro que congregó a buen número de asociaciones de encajeras de algunas poblaciones de España y que convirtieron por un día a Acebo en el demiurgo del mundo encajero peninsular.


































sábado, 6 de agosto de 2016

LAS FUENTES CELTAS DE CILLEROS

Cilleros es una de las localidades de Sierra de Gata en las que se puede constatar una mayor presencia de restos de los pueblos prerromanos que poblaron nuestra Comarca. Muestra de ella son el gran número de cabezas célticas que se conservan en esta villa; las cuales, en un buen número de casos, han sido reutilizadas para decorar los caños de algunas de las fuentes públicas que existen en esta población.
Tres de estas fuentes, las del Porquerizo y la del Matadero, conservan estrechas similitudes; las cuales nos pueden llevar a pensar que fueron diseñadas por una misma persona. Ambas fuentes son de construcción relativamente reciente, siglo XIX o principios del XX, pero en las tres se decidió reutilizar materiales de otras épocas que muy probablemente se encontraban abandonados en dicho término municipal.

FUENTES DEL PORQUERIZO

Ubicadas a los pies de la Sierra de Santa Olalla estas dos fuentes, muy próximas una de otra, conservan dos cabezas talladas en roca granítica cuyo diseño es muy similar al de las otras dos cabezas que se emplearon en la decoración de los caños de agua en la fuente del Matadero. 











FUENTE DEL MATADERO

Ubicada en un extremo del casco urbano esta fuente fue reformada hace varias décadas; pero aquellos que acometieron su reforma tuvieron la suficiente inteligencia de conservar sus dos cabezas pétreas. Una de ellas representa claramente el rostro de una persona que parece llevar un casco y la otra, bastante deteriorada por el erosión, hay quien quiere ver en ella reflejada la cabeza de una animal.






Estas tres fuentes son únicas en toda Sierra de Gata; ya que no se dan otras similares en ninguno de los diecinueve municipios de nuestra Comarca, por lo que enriquecen de una manera excepcional el patrimonio arquitectónico de esta serranía extremeña.

viernes, 29 de julio de 2016

LAS CABRAS DE LA CERVIGONA




                Antonio y Timoteo llevaban un par de horas andando desde que salieron de Acebo; atrás habían dejado el Pozo del Tío Borracho y el Regato Pedrero en un día que prometía ser de los más calurosos de un tórrido verano. A su llegada a las Fegas decidieron hacer un receso debajo de una imponente higuera que se encontraba a los pies del prado de la Monja; bajo su sombra se sentaron sobre dos magníficas piedras a la vez que sacaban de sus zurrones un trozo de pan y de tocino que les servirían de almuerzo.
                Antonio le ofreció su bota de vino a Timoteo después de haber bebido un buen trago. Mientras Timoteo alargaba su brazo para cogerla Antonio le preguntó:
-¿Sabes que significa Cervigona?
-No -respondió desinteresadamente Timoteo.
-Pues Cervigona significa refugio del ciervo; ya que la palabra viene del latín cervy, que significa ciervo, y del italiano gonna, que significa abrigo o refugio.
-Pues muy bien -fue toda la respuesta que le dio Timoteo a Antonio y que reflejaba el desinterés de éste por los asuntos culturales.
                Transcurrida una media hora reanudaron su marcha por intrincadas veredas, y caminos angostos, que serpenteaban las laderas de un monte pizarroso; a la vez que cruzaban una y mil veces el cauce de un río de aguas cristalinas. Al cabo de un buen rato llegaron a un imponente desfiladero conocido por el nombre de la librería; ya que la colocación caprichosa de las grandes lajas de pizarra simulaban los cantos de los libros de una inmensa y majestuosa librería. Fue en ese sitio donde Timoteo y Antonio decidieron preparar sus escopetas de caza con las que pretendían matar a unas diez o doce cabras salvajes que habitaban entre los acantilados de ese gran salto de agua que se conocía por el nombre de La Cervigona.


-Es curioso el origen es estas cabras, ¿Verdad?- Preguntó esta vez Timoteo a un concentrado Antonio.
-Realmente curioso –respondió Antonio. Es increíble que una cabra preñada se le pierda entre estos riscos a un pastor, y que éste no sea capaz de localizarla, y que con el paso del tiempo esa cabra para un macho y una hembra, y que transcurridos varios años se hayan reproducido entre ellas y hayan dado lugar a las diez o doce cabras actuales que nos han asegurado los pastores del pueblo que existen aquí.
-Pues sí, yo todavía no doy crédito –contestó un circunspecto Timoteo. Espero que no sea una broma de los del pueblo porque si no la vamos a tener.
                Antonio se levantó y con un gesto le indicó a Timoteo que reanudaban la marcha. Cuando llegaron a los pies de la catarata de agua iniciaron una lenta escalada sobre un terreno inestable y peligroso. A medio camino de su ascenso Antonio localizó a la primera cabra y con una señal de su mano se la enseñó a Timoteo, quien le respondió con una inmensa sonrisa. Al poco rato los cazadores comenzaron a disparar sus escopetas mientras las cabras caían abatidas una tras otra. Una vez cazados los doce ejemplares de los que habían hablado los pastores del pueblo, Timoteo y Antonio, las fueron sacando con una cuerda. Por medio de ésta las fueron izando a una zona en la que les esperaban unos vecinos de la población de Acebo con unas caballerías con las que las transportarían hasta ese pueblo. Al final de la dura jornada Antonio y Timoteo se encontraban exultantes entre los vecinos de esa población, quienes los consideraban unos héroes por la gesta que habían realizado ese día y que ninguno se había atrevido a llevar a cabo.

Relato basado en el libro de Dº Manuel Sousa Bustillo Jálama y su Comarca


Autor: CHUCHI del Azevo
Junio de 2012