miércoles, 16 de marzo de 2016

EL ESGRAFIADO EN SIERRA DE GATA

Como buena tierra de transición que ha sido Sierra de Gata la fusión e influencias culturales forman parte de su historia y un magnífico ejemplo de ello es el esgrafiado que decora las fachadas de sus edificios.
            De clara influencia castellanoleonesa este tipo de adorno en los edificios de nuestra comarca sigue la pauta y las técnicas empleadas en la arquitectura segoviana, abulense y salmantina.
            Por lo general nos lo encontramos en inmuebles que pertenecieron a las clases adineradas, las cuales intentaron copiar aquello que veían en las viviendas de las gentes pudientes de otras zonas geográficas próximas a la comarca o simplemente intentaron romper con la frialdad de la roca granítica que otorgaba a los edificios un cierto aire espartano.
            El esgrafiado tenía una fase inicial en la que se enfoscaba el muro de la vivienda con una masa de tono oscuro; una vez secada ésta se procedía a extender sobre ella otra capa de masa más fina y de otro color. En esta última capa se marcaban unos dibujos con unas plantillas para posteriormente eliminar toda la masa que figuraba en lo alrededores del dibujo, hasta que aparecía la primera capa que se le dio a la fachada; así el dibujo sobresalía sobre el muro de la vivienda en un color diferente. 


            Con bellas muestras en la totalidad de las localidades de nuestra comarca destacan sobre todas ellas las de la encantadora población serrana de Robledillo de Gata. Realmente curiosos son los del antiguo edificio que perteneció a los monjes franciscanos; el cual conserva un esgrafiado de clara influencia precolombina. Pero no hemos de obviar la decoración de un inmueble céntrico de la misma localidad en el que, junto a ciertas imágenes de animales y seres humanos, se puede contemplar una de las mejores reproducciones del emblema de Sierra de Gata que se conservan en toda la comarca.




            Lástima que el transcurso del tiempo; así como la desidia y el desconocimiento estén provocando la pérdida de un buen número de estas fachadas de edificios que conservaban, hasta hace bien poco, este tipo de arte que bien podríamos definir como el eclecticismo entre el arte pictórico y el escultórico. 




ISIDORO RODRÍGUEZ VÁZQUEZ, el Tarzán acebano





Hubo un tiempo en el que en los pueblos de Sierra de Gata era necesaria la presencia de algún vecino que fuese capaz de perseguir y lograr la extinción de determinadas alimañas como los lobos. En ese papel destacó el vecino de Acebo Isidoro Rodríguez Vázquez, que en la década de los años 50 se presentó en Villasbuenas de Gata con dos lobos y una loba que tenían atemorizados a los pastores de la zona.
Pero Isidoro ya había batido otros records; como la captura de un jabalí de 150 kilos de peso o la captura de una loba con ocho lobeznos en el vientre. 
Este trampero, al igual que muchos otros nacidos por estas tierra, logró su experiencia en este tipo de arte de caza gracias a su prematura actividad cinegética; la cual comenzó a una edad muy temprana, casi siendo un niño, en la década de los años 20, cuando cazaba todo tipo de animales en los ríos y campos acebanos.


Este vecino de Acebo se convirtió en un auténtico mito después de que el gran Valeriano Gutiérrez Mácías publicase un extenso artículo sobre él en 1959 en el diario ABC. Posteriormente Alonso de la Torre, en el año 2002, volvió a retomar la figura de Isidoro en otro artículo publicado en el Periódico de Extremadura.












lunes, 14 de marzo de 2016

GONZALO HERNÁNDEZ VIERA, GOLO




Gonzalo o más bien Golo, pseudónimo con el que firmaba sus obras, nació en Hoyos el 27 de junio de 1927. Desde una edad muy temprana se sintió atraído por la pintura y mientras transcurre su infancia en Hoyos dibuja  todo aquello que le llama la atención.
                Será a mediado de la década de los años 30, más concretamente en 1935, cuando se traslade junto con su familia a Baracaldo, desde donde pasarán a Marsella. En esta ciudad mediterránea se enriquecerá su espíritu artístico gracias a las influencias pictóricas de los grandes pintores que por aquella época abundan en el país galo y a su vez conocerá de primera mano todas las vanguardias europeas de la época. Será en Marsella donde realice sus primeros óleos de paisajes.
                Con el tiempo volverá junto a su familia a España. En salamanca cursará la carrera de magisterio, aprobando a continuación las oposiciones que le darán independencia económica para poder centrarse en su Universo artístico. Al poco tiempo se casará con la soyana María Luisa Valiente.
                Con el tiempo y gracias a determinados acuerdos internacionales el Ministerio de Educación le destinará a Colombia, más concretamente a la ciudad de Cali, donde impartirá con gran éxito infinidad de cursos de pintura y de manualidades.
                En 1966 regresará a España, refugiándose en su pueblo natal, Hoyos, es entonces cuando a parte de su trabajo en su taller, en el que da forma a infinidad de tipos de madera, realiza multitud de obras de arte para particulares por los pueblos de Sierra de Gata. Muchas de ellas han desaparecido por el desconocimiento y la ignorancia de ciertos individuos, como los dos bellos cuadros que decoraron durante décadas uno de los muchos bares que han existido en Acebo. Afortunadamente en esta localidad y en lo que fue hasta hace poco otro establecimiento hostelero se conserva una de sus mejores composiciones pictóricas, que en cierta forma nos recuerda a los cuadros de Paul Cezanne ambientados en Tahiti. Es una pintura de grandes dimensiones que representa a unas mujeres indígenas de voluptuosas formas  realizadas en relieve en una playa tropical.
                Pero Golo también dejó un legado escrito que fueron cuatro volúmenes titulados Formación Manual y publicados por la editorial Epesa en el año 1970.
                En el año 1973 expuso su obra en Cáceres; unas tallas en madera de olivo, la madera que más le gustaba trabajar, que representaban “El Mundo Fantástico de Golo”.
                Este genial artista serragatino finalmente fallecería en marzo de 2010 en Sierra de Gata, con su ausencia nuestra comarca se quedó sin uno de sus artistas más autóctono.





martes, 8 de marzo de 2016

ISIDORO MELLADO, EL MARCO POLO CORIANO


Que los extremeños nos crecemos ante las dificultades no es nuevo; que somos capaces de superar los retos más difíciles, lo dice la historia de la humanidad. Entre ese grupo de extremeños que han escrito la historia de España y del ser humano cabría incluir a nuestro paisano de Coria, Isidoro Mellado, quien en un arrebato de coraje se cogió su bicicleta y se fue a ver mundo.
                La noticia la dio por primera vez Televisión Española en un pequeño reportaje de unos minutos que pasó desapercibido para mucha gente. En el mismo se relataba las tribulaciones de este coriano, que a la manera de Marco Polo, o de Willy Fog, se recorrió, durante ocho años, la inmensidad del globo terráqueo; como lo demuestran sus cinco cuadernos de bitácora aún conservados por sus familiares más cercanos, los cuales residen en la actualidad en Coria.


                Hoy en día esa hazaña nos puede parecer baladí pero en la década de los años veinte del siglo pasado tan sólo las realizaban aquellas personas que habían heredado el espíritu de los viajeros y expedicionarios europeos de finales del siglo XIX.
                Pasó por la India, llegó al Japón desde la mítica Catai, desde allí se dio el salto a Hispanoamérica; dónde compartió viaje con una amiga que tenía la misma afición que él. De todo ese periplo volvió experto en idiomas y plantas medicinales.               


LAUREANO GARCÍA CAMISÓN Y DOMÍNGUEZ, EL MÉDICO DE ALFONSO XII



El Dr. Laureano García Camisón y Domínguez nació el 7 de marzo de 1836 en Villanueva de la Sierra, en el seno de una familia aburguesada. Desde muy joven le atrajeron los temas relacionados con la salud; interés éste transmitido por su padre y su abuelo que eran boticarios. Sus estudios elementales los cursó en su localidad de origen hasta que se trasladó a Cáceres para comenzar los estudios de secundaria. Su primer contacto con la Universidad fue en la facultad de filosofía y letras de Salamanca donde obtuvo el título de bachiller el 31 de mayo de 1855. Posteriormente se trasladó Madrid para estudiar medicina en la Universidad Central.
                La carrera de medicina la cursó con tal brillantez que el título de licenciado le fue concedido gratis como premio extraordinario y con la calificación de sobresaliente en todas las asignaturas de la carrera.
                En 1862 entró, por oposición, como médico-cirujano en el Real Patrimonio; ese mismo año hizo oposición a una plaza en San Juan de Dios y en el Hospital General. A los pocos meses obtuvo el título de doctor y fue elegido académico de  Médico-Quirúrgica.
                El 4 de abril de 1862 ingresó en el Cuerpo de Sanidad Militar, desde esa fecha prestó importantes servicios médico-militares, ascendiendo en 1875 a subinspector, y en 1878 a médico mayor, por antigüedad.
                Durante la guerra civil del siglo XIX tomó parte, entre otras acciones, en la de San Pedro Abanto y el levantamiento del bloqueo de Pamplona, pasando desde ese momento al Cuartel Real.
                En 1873 y 1875 fue comisionado por el Gobierno para estudiar los progresos de la cirugía en Viena y París; dos años después recibió el encargo de explicar los Estudios de Cirugía Militar y Clínica Quirúrgica.
                El 27 de octubre de 1879 fue nombrado médico de cámara del Rey Alfonso XII, seis años más tarde, sustituyendo al Marqués de San Gregorio, fue nombrado médico primero de la Real Cámara.
                Poseía la Gran Cruz de Isabel la Católica, la Gran Cruz del Mérito Naval Blanca, la Gran Cruz Blanca del Mérito Militar, la del Cristo de Portugal y la de San Miguel de Baviera y las medallas de Alfonso XII, con el pasador de Pamplona; guerra civil con el pasador de Cartagena y Bilbao, con el pasador de San Pedro Abanto y Galdames.
                Fue académico de la Real de Medicina y uno de los más prestigiosos cirujanos de su época. Monárquico militante, mantuvo una estrecha amistad con el Rey Alfonso XII; asistiendo a éste en su última enfermedad. En política militó en el Partido Conservador, sentándose en diez ocasiones en el Congreso, siendo elegido en todas ellas por el distrito de Hoyos y de Coria.
                Amasó una gran fortuna durante sus años de trabajo que invirtió en un extenso patrimonio inmobiliario y rústico en la ciudad de Coria. Según el profesor Sánchez Marroyo al Doctor Camisón sus propiedades rústicas le hicieron figurar durante mucho tiempo en un lugar destacado de la oligarquía agraria cacereña, más concretamente el nº 14 en el año 1901.
                Su Fallecimiento tuvo lugar el 7 de noviembre de 1910 en su casa de la calle de la Reina nº 27 de Madrid.

MARCELINO GUERRA HONTIVEROS, HISTORIADOR OFICIAL DE GATA



Muy poco sabemos de Marcelino Guerra Hontiveros y ello a pesar de que era nieto de Don Pedro Hontiveros y Aparicio que fue Senador del Reino en varias ocasiones y quien organizó a la milicia de Gata para hacer frente a los franceses desde Cuidad Rodrigo; sitio defendido hasta la extenuación por el Gobernador de Ciudad Rodrigo, D. Andrés Pérez de Herrasti.
                D. Marcelino Guerra Hontiveros es el demiurgo de las obras literarias sobre las poblaciones de nuestra comarca. Su libro Apuntes Históricos acerca de la Villa de Gata publicado en Salamanca en 1897 es una obra literaria que en su simpleza explica perfectamente la historia y las costumbres de la Villa de Gata. Este libro con el tiempo se ha convertido en el guión seguido por el resto de las obras de poblaciones de Sierra de Gata que han aparecido en épocas actuales; por ello D. Marcelino Guerra Hontiveros fue un innovador y un intelectual preocupado por el pasado y la historia de su tierra.

Pero además D. Marcelino cultivó otros campos literarios como se encargó de recoger el periódico La Ilustración Española y Americana el 8 de marzo de 1888, entre cuyas páginas se anunciaba la publicación de un libro de poesías de nuestro paisano titulado Colección de Coplas, que fue vendido en Coria en el establecimiento de la señora Montero en la plaza mayor nº 4.

SIXTO LÓPEZ LÓPEZ, UNO MÁS DE LA SAGA DE JURISTAS VALVERDEÑOS


Sixto López López nació en Valverde del Fresno el 7 de Julio de 1917. Sixto fue el segundo hijo de Alfonsa y Juan (un acaudalado comerciante de ascendencia portuguesa), pasó los primeros años de su infancia en su pueblo natal. Hablaba “A Fala” o Valverdeiro como la mayor parte de sus vecinos. Con nueve años ingresó interno en el Colegio Salesiano de Salamanca donde completó sus estudios escolares con excelentes calificaciones. En esta época desarrolló su cariño por la figura de Don Bosco, que le perseguiría durante el resto de su vida. Acabada la etapa escolar, y motivado en parte por su primo el fiscal Santiago Chamorro Piñero, continuó sus estudios universitarios en la capital salmantina donde se matriculó en Derecho. Durante la guerra civil interrumpió sus estudios universitarios.
Durante la guerra contrajo una grave neumonía las secuelas de esta enfermedad le acompañaron el resto de su vida y terminaron derivando en una enfermedad pulmonar obstructiva. Medina era considerada zona de retaguardia, por lo que la experiencia bélica fue relativamente tranquila; sin embargo la guerra, como para casi todas las familias españolas, trajo desgarradoras consecuencias para los suyos y por parte de ambos bandos: Su tío Casto Prieto, alcalde de Salamanca en la República, fue detenido y fusilado por las tropas "nacionales" y, el hermano de su cuñado, Teodoro Pascual Cordero, diputado de la CEDA, era asesinado en Madrid a manos de las milicias republicanas.

Al acabar la contienda se reincorporó a los estudios jurídicos y en tan solo un año aprobó los dos cursos de estudios que le restaban. Acabada la carrera se desplazó a Madrid para preparar oposiciones de Notaría, pero, apenas 15 meses después de iniciar las oposiciones, y con intención de tomar práctica en las pruebas de acceso, se presentó a los exámenes de judicatura, aprobando, para su sorpresa y con excelente nota, en el primer intento. La posibilidad de independizarse económicamente, el prestigio del cargo y la fascinación profesional por el ejercicio directo del Derecho, lo abocaron a aceptar el cargo y asumir con ganas y entrega el ejercicio de la tarea jurisdiccional. Su primer destino fue Jarandilla de la Vega, donde se incorporó con apenas 28 años y experimentó personalmente las incursiones guerrilleras del Maquisard.
Sixto contrajo matrimonio en Madrid el 25 de Mayo de 1953 con María Matilde Gutiérrez Robles, (Badajoz, 1933) con quien tuvo 4 hijos: María Teresa (Coria, 1954), Juan Sixto (Coria, 1955), María Matilde (Salamanca, 1961) y José Miguel (Coria, 1963). Además de su carrera judicial, Sixto fue un gran aficionado a la genealogía y al estudio de la Geografía e Historia de la Península Ibérica.
En su larga carrera judicial, de más de 40 años, paso por todos los escalafones, desde Juez de Instrucción y Primera Instancia, hasta Presidente de varias Salas de la Audiencia Territorial de Madrid. Intervino en muchos procedimientos de gran impacto mediático para la época como el Caso Sofico, el encarcelamiento de Eleuterio Sánchez El Lute, el recurso de la sentencia de legalización del Partido Comunista de España (Donde su voto dirimente como Presidente de Sala fue decisivo), supervisión del proceso electoral de 1977, la legalización de Herri Batasuna en 1985, su intervención en el Caso Nani o el procesamiento del Gobernador Civil de Cáceres que le costó un fulminante e inopinado traslado forzoso de Salamanca (Donde vivía en el mismo inmueble que Carmen Laforet) a Barcelona en un momento complicado para sus circunstancias personales y familiares.
            Antes de su jubilación Sixto obtuvo el reconocimiento formal a su brillante y larga carrera por parte del  Ministerio de Justicia al serle otorgada la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort.
Los diez últimos años de su vida los pasó acompañado de una mascarilla y una botella de oxígeno sin perder nunca su simpatía, buen humor, ganas de viajar y persistencia en el trabajo. Su jubilación se produjo en 1986, si bien, la falta de Magistrados y el alto número de asuntos por resolver lo mantuvieron en su cargo de manera excepcional hasta poco antes de su muerte. Durante esos años se vio obligado a alternar su quehacer con frecuentes ingresos hospitalarios. Sixto López falleció sin sufrimiento en Madrid, en la madrugada del 2 de mayo de 1991 a la edad de 74 años.