domingo, 27 de diciembre de 2020

DARÍO BACAS, ingeniero naval

 


Después de muchos años rebuscando en librerías de viejo por fin he podido conseguir este libro publicado por Pilar Bacas sobre la vida de su antepasado Darío Bacas. 
Convertido ya en una pieza de coleccionista, esta biografía nos muestra la vida un personaje que desde la España interior, sin costa, ni mar, fue capaz de influir decisivamente en la historia naval de este país. 

ABRAHAM ZACUTO, Astrólogo de Don Juan de Zuñiga.

 



Buceando entre la historia de los judíos de Extremadura y más concrétamente entre los sefradíes de Sierra de Gata me doy de bruces con este magnífico trabajo sobre Abraham Zacuto escrito por el excepcional escritor e investigador Marciano Martín Manuel "Marciano de Hervás".

Con una redacción excepcional, basado en una intensa labor investigadora y con una capacidad pedagógica y didáctica increíble, Marciano nos desmenuza la historia de un judío universal, que vivió en nuestra Comarca al servicio del último de los Maestre de Alcántara, Don Juan de Zuñiga y Pimentel.

Marciano ha tenido además la gentileza y el grandísimo detalle de aclararme y explicarme brevemente el mito de la judería de Acebo y de los judíos acebanos; pero eso si no os importa lo dejaré para otro post. 


Abraham Zacuto pertenecía a una familia ortodoxa hebrea de origen francés que fue expulsada en 1306 de Francia y que se asentó en España en la ciudad de Salamanca. El astrólogo, matemático y astrónomo nació en la ciudad del Tormes en 1452.
Fue un hombre de profundas convicciones religiosas con una excepcional formación en la Torá y en la mística cabalística inspirada en el Zóhar. Es en Salamanca donde frecuentó los ambientes universitarios en los que adquirió todos sus conocimientos en astrología y matemáticas.
A lo largo de su vida practicó la historiografía, las ciencias jurídicas, la medicina y las cuestiones filosóficas; convirtiéndose en uno de esos primeros humanistas que surgieron al calor de universidad de Salamanca.
Su contacto con Nebrija le llevó a trabar amistad con el último maestre de la Orden de Alcántar, Don Juan de Zuñiga y Pimentel, quien desarrolló entorno a su persona una pequeña corte intelectual en la villa de Gata.

Escudos de los Zuñiga y Pimentel en Plasencia

Abraham Zacuto se trasladó a Gata alrededor del año 1485 y permaneció en la villa serragatina hasta el el año 1488, fecha en la que el Maestre de la Orden de Alcántara decidió trasladar su corte más hacia el sur de la península.
En esa población de Sierra de Gata es donde Abraham Zacuto escribiría su famoso Tratado Sobre las Influencias del Cielo. 
Gata era una pequeña población que por esas fechas contaba con una comunidad hebrea de alrededor de veinte familias sobre la que Abraham Zacuto, como buen rabino que era, tuvo un ascendiente muy fuerte. Es probable que nuestro astrólogo se hospedase durante esos años en un antiguo palacio en desuso de la Orden de Alcántara en el barrio gateño del Torrejón, el cual le fue cedido por Don Juan de Zuñiga y Pimentel.
Algunos autores sostienen que Abraham Zacuto llegó a mantener una reunión con Cristóbal Colón cuando éste estuvo en Salamanca y que en la misma el astrónomo salmantino le habría aportado los conocimientos necesarios en astronomía para que el navegante pudiese llegar al nuevo continente. 
Es muy posible que el último maestre de la orden de Alcántara ordenase pintar en Gata, o en alguno de sus palacios, una Esfera Celeste similar a la que Abraham Zacuto había estudiado tantas veces en la Universidad de Salamanca, cuya obra gótica fue fruto del magnífico pintor Fernando Gallego entre los años 1474 y 1486, y cuya finalidad sería que nuestro astrólogo le instruyese en los conocimientos de la astrología y de la astronomía en los cuales era un versado especialista.











Esfera Celeste Salamanca

Abraham Zacuto con el tiempo padecería, como muchos otros judíos sefarditas, la expulsión de España; pasando a vivir durante un tiempo en Portugal donde entraría en contacto con lo más granado de la corte lusitana; hasta que de nuevo volvió a ser expulsado viéndose obligado a pasar sus últimos días en Túnez y Damasco, ciudad esta última en la que fallecería en 1515.
 





 


PATIO EN SOMBRA, Pilar Bacas

 


Mi amiga Pilar Bacas acaba de publicar una novela que viene a enriquecer la historia literaria de Sierra de Gata. De la mano de una prolífica escritora, que ha publicado decenas de libros que se han convertido en una parte importante de la literatura contemporánea de Extremadura, nos adentramos en una historia de estraperlistas de una España recién salida de una guerra, en la que las carencias estaban a la orden del día. Como recurso literario Pilar elige la figura de un familiar suyo, oriundo de Sierra de Gata, que se ve envuelto en una trama que afectará a todos los miembros de una familia de sólida raigambre en nuestra Comarca.
Con su habitual calidad narrativa Pilar nos regala una historia que nos ayudará a pasar unas fechas rotas por una pandemia mundial que nos ha alejado de familiares y amigos y que guarda muchas similitudes con la novela escrita por esta escritora excepcional extremeña. 
Como no podía ser de otra manera Pilar donará la recaudación de las ventas de este libro a la ONG "Sonrisas en Acción".







domingo, 29 de noviembre de 2020

JOSEFA Y OTRAS MUJERES, El Lince con Botas 3.0

El Lince con Botas 3.0 trae para el espectador de Canal de Extremadura la situación social de la mujer de Sierra de Gata durante la década de los años 30 del siglo XX.

Basándose en el trabajo que publiqué en la Revista Historia de Extremadura hemos realizado un documental de unos 30 minutos en el que de manera resumida relatamos la situación de la mujer serragatina durante un periodo clave en la historia de España.

El documental se puede ver en el siguiente enlace:

https://www.canalextremadura.es/video/el-lince-30-josefa-y-otras-mujeres-271120




viernes, 13 de noviembre de 2020

DEL CUARTELILLO AL CALABOZO


    
 

        Venancio andaba de aquí por allá en una de las habitaciones de la casa, cuando entró su esposa estaba todo revuelto.

        -¿Se pué saber qué es lo que buscas?- le preguntó la esposa.

        -Pue que no sé ondi cojonis he puestu el carné de identidad. -Le respondió Venancio.

        -Si es qui no tienis cabeza, claro como tó lo dejas manga por hombro, pues luegu no sabis ondi ponis las cosas- Le recriminó Aurora.

           -Bueno ya aparecerá si quier y si no que le den por culu. -Contestó muy enfadado Venancio.

        Cogiendo la zamarra y la cayá salió por la puerta de casa dando fuertes taconazos por cada peldaño de la escalera que pisaba camino de la tená donde guardaba las borregas.

       El final del día llegó y Venancio apareció de nuevo en casa después de una jornada laboral a la intemperie por los campos de Sierra de Gata para que sus ovejas pastasen la mejor hierba posible. En cuanto se sentó a la mesa Aurora se dirigió a él con un tono imperativo.

       -Ya pues buscar el dichosu cané de identida porqui lo necesita el dagal pa presentarlo en la escuela pa no sé qué asuntu.

         -¡Hay que jodersi con el putu carné! mañana iré al cuartelillu de la guardia civil a ver si me puen jacer unu nuevu.- Respondió Venancio harto de la situación

         Llegada la mañana, a primera hora, se montó en el coche de su amigo Tomás y se dirigieron al cuartelillo de la guardia civil de Hoyos.

             -Buenus días agenti- Saludó Venancio al guardia civil de la puerta.

            -Buenos días-Le respondió el agente de la ley.

          Venancio entró dentro del cuartel y pasó a una estancia en la que se encontraba el responsable del acuartelamiento y otro agente que hacía las funciones de administrativo.

            -Buenos días ¿Qué necesita?- Le preguntó el oficial al mando.

          -Pues verá agenti es qui he extraviaú el carné de identidá y necesitu jacermi unu nuevu porqui el dagal necesita presentarlu en la escuela pa nosé qui asuntu.-Respondió Venancio al oficial.

            -Bien, empecemos pues. Nombre, apellidos, dirección etc....

            -Venancio Sánchez Iglesias, calli.........

        Sin dejarle terminar de proporcionarle los datos que el teniente de la guardia civil le había solicitado a Venancio, éste le respondió con tono marcial.

            -Pues va a ser que le voy a tener que detener.

       Venancio se quedó perplejo mientras pensaba que era una broma que le estaba gastando el oficial; pero lo cierto es que sobre él pesaba una denuncia de un vecino del pueblo de la que no tenía conocimiento de su existencia. Aquella noche y varios días más Venancio durmió en el calabozo del cuartel aunque cuando salió libre lo hizo con el carnet de identidad en vigor.


Relato basado en la experiencia que un amigo y conocido vivió hace años y que a modo de chascarrillo tuvo a bien contarme en la terraza de uno de los bares de Acebo entre quintos de Mahou y chupitos de aguardiente.

Autor: CHUCHI del Azevo

Noviembre de 2020     

lunes, 9 de noviembre de 2020

DE CABALLEROS CIMARRONES Y BIZARROS EN LA CONQUISTA Y DEFENSA DE SIERRA DE GATA (II)

 


        Un personaje anónimo, uno de esos muchos turistas que en los cálidos días de agosto aparecen por estas tierras, llevaba cerca de una hora observando maravillado los dos rostros de seres humanos que habían sido labrados en el recio granito de Sierra de Gata siglos atrás; y que desde la humilde fachada de una pequeña casa del barrio de la Torrita de Acebo se muestran desafiantes a los que las contemplan.

                Francisco tenía curiosidad por lo que ese inesperado visitante pudiese opinar de esas caras, por lo que al final se animó y acercándose a él le inquirió:

-¿Son realmente enigmáticas, verdad?

                El forastero giró levemente su cabeza, sin perder de vista los rostros graníticos, y le respondió escuetamente:

-Enigmáticas y arcaicas.

-Ciertamente -respondió Francisco. Hay quien afirma que en este lugar estuvo la morada de Viriato y que esas cabezas tendrían un origen celta relacionado con dicho general hispano-lusitano.

-Todo puede ser posible –respondió el viajero- aunque eso sería robarle protagonismo a la población portuguesa de Viseu; en donde dicen que vivió y luchó Viriato en uno de sus múltiples enfrentamientos con las legiones romanas.

-No es esa mi intención –murmuró Francisco entre dientes- aunque es posible que no sólo hubiese existido un único Viriato; o que éste tuviese la capacidad de recorrer toda la serranía norte de la actual Extremadura hasta la Sierra de la Estrella en Portugal. Teniendo sus bases logísticas en las ciudades de Caurium, Aeminium e Interamnia que se encontraban próximas a esta población; y puede que de vez en cuando viniese a descansar a este bello pueblo que es hoy en día Acebo. En el fondo quien no se consuela es porque no quiere, los portugueses tienen a su Viriato y nosotros al nuestro.

-Bien, si eso le satisface, pues perfecto- le respondió el turista. Quien molesto por la interrupción del lugareño abandonó el lugar con la certeza de que durante una hora había contemplado un retazo de la historia prerromana de Sierra de Gata.  

CHUCHI del Azevo

Mayo de 2012

DE CABALLEREOS CIMARRONES Y BIZARROS EN LA CONQUISTA Y DEFENSA DE SIERRA DE GATA (I)

 



    Doce meses había tardado en llegar a su localidad natal, Hoyos, desde que salió del Perú. Atrás dejaba amigos e inmensidad de propiedades que había ido acumulando en sus conquistas por tierras americanas junto a sus antiguos jefes de batalla, Gaspar de Loaysa, Francisco Pizarro, etc.

La llamada de la tierra y la añoranza por los lugares que le vieron nacer, pesaban más en el ánimo de Pablo Pérez, que todo el éxito y riquezas logradas en sus mil y una hazañas y aventuras por las tierras hostiles del Nuevo Mundo.

Antes de entrar en Hoyos dio la orden al cochero, que le había traído hasta aquí, que parase el carruaje; y al criado que fuese a por el hatillo que venía en la parte trasera del carromato. En cuanto regresó el criado, Pablo tomó el hatillo y se ocultó detrás de unas jaras. Salió al poco rato, y ante la mirada atónica del cochero y el criado les preguntó a ambos:

-¿Qué tal?

Estos no pudiendo contener su asombro, exclamaron:

-¡Su Excelencia parece un pordiosero!, ¿Dónde pretende ir así?

-Dentro de poco lo comprenderéis -les dijo. Mientras tanto dad marcha atrás y volved por el otro camino que conduce al pueblo. Esperadme en la fonda que había cerca de la antigua ermita.

Sin más, tanto el cochero, como el criado obedecieron las instrucciones dadas por Pablo, mientras éste se adentraba por las estrechas y oscuras calles de la población, hasta llegar a una humilde vivienda de una sola planta.

Tres veces llamó a la puerta hasta que alguien se decidió a abrirla. Ante la luz tenue de un pequeño candil la dueña de la modesta morada preguntó al inesperado visitante:

-¿Quién es Usted?, ¿Qué quiere a estas horas?

A lo que Pablo Pérez contestó con voz aterciopelada:

-Soy yo, Lucia. Tu primo Pablo.

-¡Por Dios! –Exclamó Lucia. Pero si vienes hecho un pordiosero. ¿Para eso tanto empeño en ir a las Indias, para volver muerto de hambre?

-Bueno, Dios lo quiso así –contestó con gesto circunspecto. ¿Podría quedarme en tu casa hasta que encuentre algún medio de vida? –preguntó con voz entrecortada, mientras hacía ademán de entrar.

-De eso nada –contestó Lucia con voz imperativa. Demasiada carga tengo ya como para echarme otra más encima; y menos la de un muerto de hambre como siempre has sido tú –sentenció Lucia. Acto seguido cerró la puerta dejando a Pablo a la intemperie de una gélida noche serrana.

Al día siguiente Hoyos amaneció más inquieto de lo habitual, las calles eran un continuo ir y venir de personas. Lucia al ver ese trajín de gentes preguntó a un grupo cercano a su casa:

-¿Qué ocurre, Timoteo? –dirigiéndose al que lideraba el grupo.

-¡Parece mentira Lucia! –exclamó con alegría el tal Timoteo. La fortuna ha llamado a tu puerta y tú no te has enterado todavía; tu primo Pablo Pérez ha regresado del Perú y se dice que ha traído tal fortuna que son muchos a los que ya ha obsequiado con algo. Algunos dicen que dio con el Dorado y que con ese oro, plata y piedras preciosas que ha traído piensa construir un hospital y un convento, aquí en Hoyos.

Lucia apesadumbrada se dio la vuelta y cerrando la puerta comenzó a llorar de manera ininterrumpida; quedándose todos los vecinos sorprendidos ante la inesperada reacción de su interesada convecina.

 

Relato basado en el libro de Domingo Domené: Historia de Sierra de Gata. Página 117

CHUCHI del Azevo

Abril de 2012