blog sobre Sierra de Gata, Acebo, Hoyos, Perales del Puerto, Villanueva de la Sierra, Villamiel, Trevejo, San Martín de Trevejo, Cilleros, Hernán Perez, Cadalso,Descargamaría, Gata, Robledillo de Gata, Santibañez el Alto,Valverde del Fresno, Torrecilla de los Angeles, Villasbuenas de Gata, Eljas, Torre de don Miguel, Vegaviana, Moraleja, La Moheda de Gata.
domingo, 27 de diciembre de 2020
DARÍO BACAS, ingeniero naval
ABRAHAM ZACUTO, Astrólogo de Don Juan de Zuñiga.
Buceando entre la historia de los judíos de Extremadura y más concrétamente entre los sefradíes de Sierra de Gata me doy de bruces con este magnífico trabajo sobre Abraham Zacuto escrito por el excepcional escritor e investigador Marciano Martín Manuel "Marciano de Hervás".
Con una redacción excepcional, basado en una intensa labor investigadora y con una capacidad pedagógica y didáctica increíble, Marciano nos desmenuza la historia de un judío universal, que vivió en nuestra Comarca al servicio del último de los Maestre de Alcántara, Don Juan de Zuñiga y Pimentel.
Marciano ha tenido además la gentileza y el grandísimo detalle de aclararme y explicarme brevemente el mito de la judería de Acebo y de los judíos acebanos; pero eso si no os importa lo dejaré para otro post.
PATIO EN SOMBRA, Pilar Bacas
domingo, 29 de noviembre de 2020
JOSEFA Y OTRAS MUJERES, El Lince con Botas 3.0
El Lince con Botas 3.0 trae para el espectador de Canal de Extremadura la situación social de la mujer de Sierra de Gata durante la década de los años 30 del siglo XX.
Basándose en el trabajo que publiqué en la Revista Historia de Extremadura hemos realizado un documental de unos 30 minutos en el que de manera resumida relatamos la situación de la mujer serragatina durante un periodo clave en la historia de España.
El documental se puede ver en el siguiente enlace:
https://www.canalextremadura.es/video/el-lince-30-josefa-y-otras-mujeres-271120
viernes, 13 de noviembre de 2020
DEL CUARTELILLO AL CALABOZO
Venancio andaba de aquí por allá en una de las habitaciones de la casa, cuando entró su esposa estaba todo revuelto.
-¿Se pué saber qué es lo que buscas?- le preguntó la esposa.
-Pue que no sé ondi cojonis he puestu el carné de identidad. -Le respondió Venancio.
-Si es qui no tienis cabeza, claro como tó lo dejas manga por hombro, pues luegu no sabis ondi ponis las cosas- Le recriminó Aurora.
-Bueno ya aparecerá si quier y si no que le den por culu. -Contestó muy enfadado Venancio.
Cogiendo la zamarra y la cayá salió por la puerta de casa dando fuertes taconazos por cada peldaño de la escalera que pisaba camino de la tená donde guardaba las borregas.
El final del día llegó y Venancio apareció de nuevo en casa después de una jornada laboral a la intemperie por los campos de Sierra de Gata para que sus ovejas pastasen la mejor hierba posible. En cuanto se sentó a la mesa Aurora se dirigió a él con un tono imperativo.
-Ya pues buscar el dichosu cané de identida porqui lo necesita el dagal pa presentarlo en la escuela pa no sé qué asuntu.
-¡Hay que jodersi con el putu carné! mañana iré al cuartelillu de la guardia civil a ver si me puen jacer unu nuevu.- Respondió Venancio harto de la situación
Llegada la mañana, a primera hora, se montó en el coche de su amigo Tomás y se dirigieron al cuartelillo de la guardia civil de Hoyos.
-Buenus días agenti- Saludó Venancio al guardia civil de la puerta.
-Buenos días-Le respondió el agente de la ley.
Venancio entró dentro del cuartel y pasó a una estancia en la que se encontraba el responsable del acuartelamiento y otro agente que hacía las funciones de administrativo.
-Buenos días ¿Qué necesita?- Le preguntó el oficial al mando.
-Pues verá agenti es qui he extraviaú el carné de identidá y necesitu jacermi unu nuevu porqui el dagal necesita presentarlu en la escuela pa nosé qui asuntu.-Respondió Venancio al oficial.
-Bien, empecemos pues. Nombre, apellidos, dirección etc....
-Venancio Sánchez Iglesias, calli.........
Sin dejarle terminar de proporcionarle los datos que el teniente de la guardia civil le había solicitado a Venancio, éste le respondió con tono marcial.
-Pues va a ser que le voy a tener que detener.
Venancio se quedó perplejo mientras pensaba que era una broma que le estaba gastando el oficial; pero lo cierto es que sobre él pesaba una denuncia de un vecino del pueblo de la que no tenía conocimiento de su existencia. Aquella noche y varios días más Venancio durmió en el calabozo del cuartel aunque cuando salió libre lo hizo con el carnet de identidad en vigor.
Relato basado en la experiencia que un amigo y conocido vivió hace años y que a modo de chascarrillo tuvo a bien contarme en la terraza de uno de los bares de Acebo entre quintos de Mahou y chupitos de aguardiente.
Autor: CHUCHI del Azevo
Noviembre de 2020
lunes, 9 de noviembre de 2020
DE CABALLEROS CIMARRONES Y BIZARROS EN LA CONQUISTA Y DEFENSA DE SIERRA DE GATA (II)
Un personaje anónimo, uno de esos muchos turistas que en los cálidos días de agosto aparecen por estas tierras, llevaba cerca de una hora observando maravillado los dos rostros de seres humanos que habían sido labrados en el recio granito de Sierra de Gata siglos atrás; y que desde la humilde fachada de una pequeña casa del barrio de la Torrita de Acebo se muestran desafiantes a los que las contemplan.
Francisco
tenía curiosidad por lo que ese inesperado visitante pudiese opinar de esas
caras, por lo que al final se animó y acercándose a él le inquirió:
-¿Son realmente enigmáticas,
verdad?
El
forastero giró levemente su cabeza, sin perder de vista los rostros graníticos,
y le respondió escuetamente:
-Enigmáticas y arcaicas.
-Ciertamente -respondió Francisco.
Hay quien afirma que en este lugar estuvo la morada de Viriato y que esas
cabezas tendrían un origen celta relacionado con dicho general
hispano-lusitano.
-Todo puede ser posible
–respondió el viajero- aunque eso sería robarle protagonismo a la población
portuguesa de Viseu; en donde dicen que vivió y luchó Viriato en uno de sus
múltiples enfrentamientos con las legiones romanas.
-No es esa mi intención –murmuró
Francisco entre dientes- aunque es posible que no sólo hubiese existido un
único Viriato; o que éste tuviese la capacidad de recorrer toda la serranía
norte de la actual Extremadura hasta la Sierra de la Estrella en Portugal. Teniendo
sus bases logísticas en las ciudades de Caurium, Aeminium e Interamnia que se
encontraban próximas a esta población; y puede que de vez en cuando viniese a
descansar a este bello pueblo que es hoy en día Acebo. En el fondo quien no se
consuela es porque no quiere, los portugueses tienen a su Viriato y nosotros al
nuestro.
-Bien, si eso le satisface, pues
perfecto- le respondió el turista. Quien molesto por la interrupción del
lugareño abandonó el lugar con la certeza de que durante una hora había
contemplado un retazo de la historia prerromana de Sierra de Gata.
CHUCHI del Azevo
Mayo de 2012
DE CABALLEREOS CIMARRONES Y BIZARROS EN LA CONQUISTA Y DEFENSA DE SIERRA DE GATA (I)
Doce meses
había tardado en llegar a su localidad natal, Hoyos, desde que salió del Perú.
Atrás dejaba amigos e inmensidad de propiedades que había ido acumulando en sus
conquistas por tierras americanas junto a sus antiguos jefes de batalla, Gaspar
de Loaysa, Francisco Pizarro, etc.
La llamada de
la tierra y la añoranza por los lugares que le vieron nacer, pesaban más en el
ánimo de Pablo Pérez, que todo el éxito y riquezas logradas en sus mil y una
hazañas y aventuras por las tierras hostiles del Nuevo Mundo.
Antes de
entrar en Hoyos dio la orden al cochero, que le había traído hasta aquí, que
parase el carruaje; y al criado que fuese a por el hatillo que venía en la
parte trasera del carromato. En cuanto regresó el criado, Pablo tomó el hatillo
y se ocultó detrás de unas jaras. Salió al poco rato, y ante la mirada atónica
del cochero y el criado les preguntó a ambos:
-¿Qué tal?
Estos no
pudiendo contener su asombro, exclamaron:
-¡Su
Excelencia parece un pordiosero!, ¿Dónde pretende ir así?
-Dentro de poco
lo comprenderéis -les dijo. Mientras tanto dad marcha atrás y volved por el
otro camino que conduce al pueblo. Esperadme en la fonda que había cerca de la
antigua ermita.
Sin más, tanto
el cochero, como el criado obedecieron las instrucciones dadas por Pablo,
mientras éste se adentraba por las estrechas y oscuras calles de la población,
hasta llegar a una humilde vivienda de una sola planta.
Tres veces
llamó a la puerta hasta que alguien se decidió a abrirla. Ante la luz tenue de
un pequeño candil la dueña de la modesta morada preguntó al inesperado
visitante:
-¿Quién es
Usted?, ¿Qué quiere a estas horas?
A lo que Pablo
Pérez contestó con voz aterciopelada:
-Soy yo,
Lucia. Tu primo Pablo.
-¡Por Dios!
–Exclamó Lucia. Pero si vienes hecho un pordiosero. ¿Para eso tanto empeño en
ir a las Indias, para volver muerto de hambre?
-Bueno, Dios
lo quiso así –contestó con gesto circunspecto. ¿Podría quedarme en tu casa
hasta que encuentre algún medio de vida? –preguntó con voz entrecortada,
mientras hacía ademán de entrar.
-De eso nada
–contestó Lucia con voz imperativa. Demasiada carga tengo ya como para echarme
otra más encima; y menos la de un muerto de hambre como siempre has sido tú
–sentenció Lucia. Acto seguido cerró la puerta dejando a Pablo a la intemperie
de una gélida noche serrana.
Al día
siguiente Hoyos amaneció más inquieto de lo habitual, las calles eran un
continuo ir y venir de personas. Lucia al ver ese trajín de gentes preguntó a
un grupo cercano a su casa:
-¿Qué ocurre,
Timoteo? –dirigiéndose al que lideraba el grupo.
-¡Parece
mentira Lucia! –exclamó con alegría el tal Timoteo. La fortuna ha llamado a tu
puerta y tú no te has enterado todavía; tu primo Pablo Pérez ha regresado del
Perú y se dice que ha traído tal fortuna que son muchos a los que ya ha obsequiado
con algo. Algunos dicen que dio con el Dorado y que con ese oro, plata y
piedras preciosas que ha traído piensa construir un hospital y un convento,
aquí en Hoyos.
Lucia
apesadumbrada se dio la vuelta y cerrando la puerta comenzó a llorar de manera
ininterrumpida; quedándose todos los vecinos sorprendidos ante la inesperada reacción
de su interesada convecina.
Relato basado en el libro de
Domingo Domené: Historia de Sierra de
Gata. Página 117
CHUCHI del Azevo
Abril de 2012